Un asco: el agua de las cloacas pasa por los bares del centro

Una filtración de aguas servidas en el centro cipoleño generó mucho malestar entre los comerciantes, sobre todo aquellos ligados al rubro gastronómico. Es que los fluidos corren por debajo o a un costado de las mesas y sillas que colocan sobre la calle. "Es un asco. Yo no puedo sentar a la gente allí porque viene el agua servida y se estanca", comentó Gabriel Duarte, de Plaza Bar.

Otro comerciante y vende calzado deportivo comparte el mismo problema, junto con otros de la cuadra más problemática. Las aguas servidas alcanzan a Havanna y se estancan allí.

Según advirtió Duarte, en ese local tienen una tarima de madera que muchas veces se tapa y no permite así que los fluidos cloacales sigan corriendo hasta la alcantarilla que está en la esquina. Lo mismo sucede cuando llueve. "Ya hablé con la gente de Havanna pero es como hablarle a la pared", dijo molesto.

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Anahí Cárdena

No se sabe bien de dónde viene el agua, si arranca en KPLA o en un edificio que está en la otra cuadra. Pero se ha cansado de realizar reclamos ante la Municipalidad y no pasa nada. "Es un asco", reiteró.

El problema de las cloacas en el centro cipoleño no es un caso aislado, en tanto en otros sectores de la ciudad los vecinos deben convivir casi a diario con los fluidos y el olor nauseabundo en las puertas de sus casas.

Entre las zonas afectadas se encuentran justamente las más pobladas de la ciudad, entre ellas los barrios La Paz y Bogotá en inmediaciones a la calle Mengelle, sectores del barrio Don Bosco y la esquina de Esquiu y Don Bosco, que recibe desperdicios cloacales de los barrios Managua y 200 viviendas.

El titular local de Aguas Rionegrinas, Luis Arguello, comentó que la saturación del sistema era un problema que estaba previsto hasta que se termine el recambio de cañerías del colector principal, que finalizó este martes.

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Anahí Cárdena