Turistas cipoleños cancelan o reprograman su viaje por temor al coronavirus

Por Guadalupe Maqueda - [email protected]

La pandemia del coronavirus ya tiene un impacto económico muy negativo en el turismo nacional y extranjero que maneja Cipolletti. Las ventas están paralizadas y los turistas cipoleños que ya habían organizado su viaje están cancelando o reprogramando la fecha de partida para septiembre y octubre de este año.

Son cipoleños que tenían previsto realizar un viaje a lugares donde ya circula el virus, como Italia, China, España y Estados Unidos, pero no necesariamente. En efecto, otros destinos más exóticos como Viednam, Tailandia y Camboya, o países donde el coronavirus todavía no llega, como México y Colombia o el Caribe, también se ven afectados.

Incluso están deprimidas las ventas del turismo nacional, y los pasajeros o contingentes cipoleños que tenían previsto salir para ésta época hacia un destino turístico del interior del país, también desde hace un par de semanas consultan y reprograman su vuelo y estadía para después del invierno. Son turistas que tenían pensado trasladarse a Las Cataratas, por ejemplo, o realizar un viaje por el noroeste argentino.

“Las ventas empezaron a caer con el cambio de gobierno y la implementación del 30 por ciento de impuesto. Sumado al coronavirus, se paran mucho más”, advirtió Gisela, desde el sector de ventas de Olano Viajes.

Desde la agencia Calahorra se estimó que la caída en las ventas fue muy importante, del orden del 80 por ciento.

En diálogo con LMCipolletti, las vendedoras consultadas advirtieron que los turistas primero consultaron qué condiciones tenían que afrontar si no viajaban ahora; y en estos días ya confirmaron las primeras suspensiones.

En Olano Viajes, mayormente se trata de pasajeros que salían con destino a Italia, en cruceros que se trasladan por el mar Meditarraneo; o Estados Unidos. “Ellos eligieron no viajar en este momento, y pidieron reprogramar su viaje para septiembre y octubre”, comentó la vendedora.

Se indicó que el impacto es tan fuerte que no se registran nuevas ventas o consultas de turistas cipoleños.

“La gente está asustada, toma sus recaudos y está pensando en realizar un viaje más adelante. Esto también está pasando dentro del país. A nivel general, todo está paralizado porque no se habla de otra cosa”, indicaron desde Olano Viajes.

En ese marco, se conoció el caso de otra turista cipoleña que había decidido salir de viaje con un grupo de personas a Costa Rica, pero desistió porque está con miedo.

Desde Calahorra Viajes observan el mismo cuadro de situación, a lo que se agrega la alternativa de algunos pasajeros que deciden dejar abierto su ticket de viaje; mientras que los clientes que no reprograman, están pidiendo un reembolso de dinero que se está evaluando. “Estamos viendo qué hacer, porque todos los días surge algo nuevo y no tenemos ninguna certeza”, expresó Jésica, una de sus vendedoras.

Marianela, de la agencia Dellapittima Viajes, trabaja en el rubro desde 1976; y al cabo de tantos años de experiencia, confesó a LMCipolletti que nunca vio una situación igual. Observó también que el mercado está en picada desde noviembre de 2019, tras la fuerte devaluación que sufrió el peso y el impuestazo que fijó Nación para los turistas que viajan al exterior. Pero, tras la emergencia de un nuevo virus que avanza como una sombra por el mundo, sentenció: “El mercado está devastado”.

“El parate es total. Jamás vi una situación parecida, ni siquiera en 2001 o con la gripe A. El pánico se apoderó de la gente para todos los mercados, incluso en aquellos donde no hay problemas con el coronavirus. Es un mal momento para el turismo”, indicó la dueña de la agencia Dellapittima Viajes.

Tanto es así que desde la federación que nuclea a las agencias de viaje están pidiendo a Nación que declare al sector turístico en estado de emergencia, con el fin de morigerar la fuerte carga impositiva que los azota y la caída fenomenal de las ventas. De lo contrario, arriesgó: “El 40 o 50 por ciento del sector va a quedar en bancarrota”.

En su agencia, hubo que reprogramar a todos los pasajeros su viaje, tanto los que viajaban al exterior como los que optaron por un destino nacional; y en cualquier caso, los vendedores tuvieron que pelear con los operadores para cuidar al pasajero y mitigar los altos gastos por cancelación. “Los mismos pasajeros modificaron sus vuelos y pospusieron su salida para octubre. El temor es generalizado”, contó Dellapittima.

Expectativas de viaje

Ocurre que la declaración mundial de pandemia no exceptúa a los turistas de las pérdidas y contratiempos que pueden sufrir (por retenciones que hacen las compañías aéreas y otros servicios contratados); y cada país afronta sus propios riesgos y toma sus propias medidas.

Es de suponer que tras el nuevo decreto presidencial –el que declara la emergencia sanitaria y suspende los vuelos procedentes de países infectados con el virus por el plazo de 30 días- todos los turistas que pidan reprogramar su vuelo no sufran gastos adicionales, o éstos se reduzcan al mínimo.

“Ojalá repunte, pasemos el invierno y tengamos un poco de movimiento”, expresó el sector de ventas de Olano viajes.

En Calahorra Viajes todavía pueden sostener el flujo de turistas que decide viajar dentro del país, aunque se advierte ya que muchos porteños han decidido suspender su itinerario, lo que anticipa un efecto dominó hacia el resto del país, sin contar que el dengue también afecta. Aunque no se hable tanto de esta enfermedad, hay pasajeros que lo tienen presente a la hora de reprogramar su itinerario.

“Esto no es ni tan simple ni tan claro, estamos ante un montón de situaciones que nos ponen al límite de qué hacer, por quién pelear, entender la política de una compañía y proteger al turista”, reconoció Dellapittima.

Los turistas más afectados

Entre los distintos tipos de contingentes turísticos que manejan las agencias locales, se mencionó que los que más pierden con esta situación son los jubilados cipoleños.

Según advirtió Dellapittima, la tercera edad es la más perjudicada porque es la que habitualmente se traslada en los meses de marzo y abril a destinos como Santiago del Estero, Tucumán y el noroeste argentino. “La mayor parte de la gente no está tomando nota del impacto económico que va a tener esto (no solo en las ventas)”, cerró.

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