Tiene 10 años y dejó crecer su pelo para donarlo por segunda vez a los pacientes con cáncer
Sabrina Olate ya había hecho su primera donación cuando tenía 6 años. Ahora, se dejó el pelo hasta la cintura para repetir su gesto solidario.
Con apenas 6 años, la pequeña Sabrina Olate inspiró a cientos de neuquinos con un gesto de empatía sin precedentes, cuando un video de YouTube la inspiró a cortarse el pelo muy corto con el objetivo de donar los mechones a los pacientes oncológicos. Pero su actitud no fue un gesto aislado ni un arranque impulsivo, y lo demostró cuatro años más tarde, cuando se sometió otra vez a un corte de pelo para repetir su actitud solidaria hacia las personas que luchan contra el cáncer.
Sabrina tiene 10 años y vive junto a sus padres y sus hermanos en Añelo. Su papá trabaja en la industria petrolera y su mamá se dedica de lleno al cuidado de los tres chicos, de 12, 10 y 6 años. Ailen, su mamá, se aboca a inspirar actitudes de empatía en los chicos, pero trata de respetar siempre sus propias decisiones.
En 2017, cuando Sabrina tenía 6 años, la mujer le mostró un video viral que mostraba a una pequeña de sólo tres años que se cortaba el pelo para donarlo a los pacientes con cáncer. La neuquina le preguntó entonces por qué los pacientes oncológicos perdían el cabello, y se movilizó con la respuesta que le dio su mamá.
"Entonces me preguntó a mí y a su papá si ella podía cortarse el pelo, y le dijimos que, si estaba segura, que lo hiciera", explicó Ailen, quien aclaró que la pareja entiende que cada niño es dueño de su cuerpo y puede tomar ese tipo de decisiones con autonomía, incluso cuando la mamá se dedicaba a ver tutoriales en Internet para realizarle intrincadas trenzas y otros peinados a la única nena de la casa.
Hace cuatro años, Sabrina se cortó el pelo hasta encima de los hombros, y trasladó sus mechones a Neuquén. Su mamá se contactó con el LUNCEC y desde esa organización invitaron a la niña a participar de un curso de maquillaje para pacientes con cáncer, donde los afectados por la enfermedad aprenden a recuperar el color de sus mejillas y a dibujarse las cejas ya extintas por la quimioterapia.
En ese momento, la donación de pelo y la confección de pelucas no estaba difundida en Neuquén, por lo que la chiquita se convirtió en una embajadora de la solidaridad hacia los pacientes oncológicos. Recibió un diploma del Ministerio de Salud y se ocupó de contar su experiencia en la escuela, en donde varias de sus compañeras y hasta algunas primas decidieron replicar su actitud.
En los últimos cuatro años, Sabrina se dejó crecer el pelo otra vez. Sólo permitía que su mamá le recortara apenas las puntas para que el cabello creciera más sano y, en ese lapso, lo tuvo otra vez hasta la cintura. Fue entonces cuando le dijo a Ailen que quería hacer una nueva donación.
Si bien la familia no tiene familiares cercanos que hayan atravesado el cáncer, Sabrina y su mamá suelen ver a algunos pacientes oncológicos por la calle, y la nena siempre expresa con ellos su empatía. Aunque todavía está cursando quinto grado de la primaria, está segura de que quiere seguir la carrera de Medicina para poder ayudar a todos los que atraviesan enfermedades. Y, mientras tanto, su primer gesto es donar algo tan propio como su pelo.
"Siempre tratamos de inculcarles valores positivos a los tres, pero me llena de orgullo el gesto que tuvo Sabri y toda la repercusión que tuvo en la provincia", explicó Ailen, quien consideró que "el pelo crece y uno quizás no le da importancia, pero donarlo es un mimo al corazón de todos aquellos que sufren dolor".
Para este 11 de octubre, Sabrina y su mamá tienen previsto venir a Neuquén a entregar los mechones de pelo. La niña visitará la Fundación Seno para asistir a un taller de confección de pelucas oncológicas, donde aprenderá qué hacen desde la Fundación con las donaciones que hacen distintas personas de toda la provincia y cómo esas pelucas impactan luego en la vida de los pacientes con cáncer.
Después de su primer gesto solidario y la repercusión que tuvo su historia, el nuevo corte de pelo promete difundir otro mensaje: la solidaridad de Sabri es una actitud permanente y no un gesto impulsivo que surgió por única vez.
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