LMCipolletti Segundo triple crimen 23 de mayo 2016 - 00:44

Se cumplen 14 años de la masacre del laboratorio

Se trata de uno de los hechos de sangre más aberrantes de la Patagonia.

Se cumplen hoy 14 años de la masacre del laboratorio, uno de los actos criminales más aberrantes de la Patagonia, que todavía sigue impune.

La bioquímica Mónica García, la psicóloga Carmen Marcovecchi y la paciente Alejandra Carbajales fueron las víctimas del segundo triple crimen de Cipolletti, ocurrido el jueves 23 de mayo del 2002 en los céntricos consultorios que funcionaban en la esquina de Roca y 25 de Mayo. La única sobreviviente fue Ketty Karavatic de Bilbao (de 70 años en ese entonces), a quien el agresor le arrojó ácido en el rostro pero no la mató.

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Por el hecho hubo una sola persona detenida: David Sandoval, quien fue enjuiciado en dos oportunidades. En el primero fue sobreseído por el beneficio de la duda, mientras que en el segundo lo condenaron a perpetua. Sin embargo, finalmente quedaría libre por orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que consideró que nadie puede ser juzgado dos veces por un mismo hecho. Hace años que la causa está completamente parada y los familiares de las víctimas ya no tienen expectativas de encontrar justicia algún día.

Este asesinato múltiple formó parte de una seguidilla de hechos sangrientos en Cipolletti que tuvo como común denominador que las víctimas eran mujeres de clase media y que los casos quedaron impunes.

Antes de este, había ocurrido el primer triple crimen, en 1997, que tuvo como víctimas Emilia y Paula González y a Verónica Villar; el de la bioquímica Ana Zerdán, en 1999, y el de la kinesióloga Diana del Frari, en el 2001.

2 años pasó preso el único imputado en la causa.

David Sandoval primero fue absuelto, después condenado a prisión perpetua y luego liberado.

Saña y sangre

Marcoveccio, psicóloga de 30 años y con dos hijos, fue la víctima con la que más se ensaño el criminal: apareció atada, con el rostro quemado con ácido acético y le asestó 13 puñaladas en el pecho, el abdomen y la espalda.

Por su parte, García, bioquímica de 28 años y también con dos hijos, fue asesinada brutalmente de 9 puñaladas en diferentes partes del cuerpo y también le quemó la cara con ácido.
La tercera víctima fue Carbajales, paciente de la psicóloga, de 40 años. Ella sufrió cinco cortes en el abdomen y los brazos y fue prácticamente degollada. Su cuerpo quedó tendido en el jardín del consultorio.

Cuando el asesino finalizaba su faena entró al lugar Ketty de Bilbao, quien fue atacada y sufrió cortes en su cuello, pero se repuso luego de varios días internada en el hospital.

La hija de García, también víctima

El lunes de la semana pasada se produjo un violento robo en pleno centro de Cipolletti, en el que los delincuentes amenazaron con violar a una adolescente de 15 años si no les daban lo que buscaban. La chica víctima de estas agresiones fue nada menos que la hija de la bioquímica Mónica García, una de las mujeres asesinadas en la masacre del laboratorio en el 2002, hecho conocido también como el segundo triple crimen. Si bien ella no recuerda mucho por la corta edad que tenía en aquel momento, ese hecho marcó a fuego su vida y pensó que esta vez iba a correr la misma suerte que su mamá.

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