Los docentes resolvieron volver a la presencialidad en Río Negro

El plenario de secretarios generales de la Unter resolvió, por mayoría, avalar el regreso a una presencialidad cuidada en las aulas, tal como lo ha planteado el gobierno de la provincia. En consecuencia, a partir de hoy volverá la actividad en las escuelas de Río Negro. En el caso de Cipolletti y el departamento General Roca, arrancará en los niveles inicial y primario, ya que, por el momento, se mantendrá en la virtualidad la enseñanza del nivel secundario.

En el encuentro, concretado de modo virtual, se definió sostener el eje del cuidado de la salud y la vida y exigir el funcionamiento activo de la mesa de seguimiento del Covid-19 que se conformó en mayo pasado. Por otro lado, se decidió solicitar la reapertura de la discusión salarial y el pago del aguinaldo en tiempo y forma.

Según la información proporcionada por la conducción de Cipolletti, fueron cinco las seccionales, entre ellas la local, que llevaron el mandato de rechazo al retorno a la presencialidad en las actuales circunstancias, y para tal fin propusieron concretar medidas de fuerza.

Sin embargo, en el plenario prevaleció la postura, mayoritaria, de la seccionales afines a la dirigencia de la Unter central. "Fiel a su estilo pacificador y dialoguista sin nada a cambio, las definiciones del sindicato le garantizan al gobierno un regreso a la presencialidad en medio de una paz social artificialmente conseguida, bajo el simple recurso de no escuchar a los compañeros y compañeras en las escuelas ni analizar de manera responsable las variables epidemiológicas y sanitarias que diariamente nos muestran el riesgo real al que nos exponen", enfatizó la conducción cipoleña, a través de un documento público.

Al parecer, influyó en la definición el hecho de que el gobierno provincial, antes de la reunión de los secretarios generales, convocó al gremio a un encuentro que tendrá lugar hoy, día clave por el reinicio de las clases en las escuelas. Para la ocasión, no hay un temario establecido, "de modo que no sabemos en función de qué situaciones estamos aceptando volver a la presencialidad sin garantías".

Para la dirigencia cipoleña, que había impulsado un paro de 96 horas para rechazar la presencialidad, "es evidente que los lazos de Unter central con el gobierno son más fuertes y profundos que los que mantiene con los compañeros".

En su visión, la modalidad retorna "en medio de una situación sanitaria extremadamente peligrosa", con nuevas y más peligrosas cepas de coronavirus y con docentes que no tienen la segunda dosis de vacunación y con algunos que ni siquiera tienen todavía la primera. Está además el problema de la "ocupación altísima de camas UTI" y, como telón de fondo, el invierno y sus fríos implacables.