El taller mecánico que desinfecta gratis ambulancias y patrulleros
Son dos mecánicos cipoleños que tienen su taller en Jorge Newbery. Afrontan el riesgo con medidas de protección para ayudar a sanitaristas y efectivos de la Policía, mientras dure la pandemia.
Por Guadalupe [email protected]
Hay un lugar en Cipolletti donde ambulancias, patrulleros y otros vehículos oficiales son desinfectados a fuerza de pura voluntad para afrontar la gran batalla contra el coronavirus. Es un taller de autos, con un valor enorme en tiempos de pandemia: la solidaridad de dos mecánicos que tienen muchas ganas de ayudar a sanitaristas y agentes de Policía, pese al riesgo de contagio.
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Claro que toman todas las medidas de protección necesarias para cuidarse, y cuidar a sus familias. Pero el peligro igualmente siempre está latente sobre vehículos tan expuestos como los agentes que los ocupan.
Ellos son Emmanuel "Emma" Ortigueira (33) y Ricardo "Richard" Mendicoa (36). Tienen su taller en la calle Jorge Newbery, entre Chile y Juan XXIII, el que volvió a abrir hoy sus puertas para trabajar con normalidad, como otros talleres, gomerías y casas de repuestos.
Sin embargo, en situación de encierro, surgió la idea de dar una mano. "En estos días de cuarentena me vine al taller, a despejar un poco la cabeza. Pensando en cómo podíamos ayudar con el servicio hospitalario, se me ocurrió que podía brindar el servicio que hacemos con mi socio".
y agregó: "He visto que muchos colaboran con alimentos, o confeccionando barbijos. Bueno, eso yo no lo puedo hacer. Pero sí podía ofrecer el servicio de limpieza y desinfección, en mi taller. Llamamos al hospital, les pareció buena idea, nadie se los había ofrecido; y este sábado nos trajeron una ambulancia".
En diálogo con LMCipolletti, Emma detalló que realizan un servicio de limpieza y desinfección acorde a la situación de pandemia, que involucra a la carrocería, el motor y el interior del vehículo. "Se hace una desinfección con detergente y lavandina, que es inolora e incolora, no mancha tampoco el tapizado ni el tablero. El automotor se desinfecta completo, volante, manijas, palanca de cambio, todo", precisó el trabajador.
La prueba piloto fue hacer el servicio de desinfección con una ambulancia y estuvo muy bien. Luego, se pusieron en contacto con el personal policial de la Comisaría 24, que les acercó un patrullero. En eso estaban hoy, y tenían por la tarde otro vehículo utilizado para realizar cuidados paliativos en el hospital. "Trabajamos de 9 a 12 y de 15.30 a 18.30. Pero con esto ya tenemos para hacer horario corrido", advirtió.
Emma aclaró que el servicio es un beneficio -gratuito- para las unidades hospitalarias y policiales."Lo hacemos de corazón, en agradecimiento al hospital, a su personal y oficiales de Policía que exponen sus vidas por nosotros", aseveró.
Después está el trabajo rentado que comiencen a realizar a partir de ahora, de acuerdo a la demanda que presenten los clientes. Por fortuna, hoy ya se pusieron en contacto dos. "Estos 20 días de encierro, en lo personal, fueron muy malos porque vivimos de esto, pagamos un alquiler, impuestos, tenemos compromisos. Yo también alquilo mi casa, Ricardo igual, y si no trabajamos, no tenemos ingresos. Todo sale de nuestro trabajo", comentó.
Lo que cuenta es lo que le pasa a la mayoría de los trabajadores de pymes y otras actividades independientes del Estado, muy castigadas por la cuarentena.
No obstante, tiene la reciente satisfacción de trabajar en un rubro flexibilizado por el gobierno, a partir de este lunes, junto con gomerías y casas de repuestos."Por suerte hoy ya activamos, tenemos dos clientes que ya nos llamaron", acotó Emma.
Pese al riesgo de contraer el virus que, eventualmente, se pueda trasladar en los vehículos que desinfectan ad honorem, Emma y Richard están muy seguros de ejercer esta labor, tomando las precauciones del caso. Además, cuentan con el total apoyo de sus familias.
"Usamos barbijos, guantes, mudas de ropa. Cuando terminamos con el servicio, nos desinfectamos bien y nos cambiamos. Sabemos que podemos correr riesgo, pero nos cuidamos bastante. Tenemos familia los dos y nos queremos contagiarlos. Ellos nos apoyan al cien por ciento, y hay mucha gente contenta y agradecida con lo que hacemos. Eso está bueno", cerró Emma.
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