El pánico ya deja góndolas sin productos esenciales

Llamó la atención en las últimas jornadas la existencia en supermercados de góndolas sin productos, total o parcialmente. El miedo al desabastecimiento se va instalando en la sociedad ante el avance del coronavirus, pero habrá que tranquilizarse. Desde el comercio local, se asegura que no hay una disminución en los suministros y se afirma, en general, que la faltante de algunos productos es puntual y se relaciona más con el pánico de mucha gente que acude a los establecimientos mercantiles, en particular, los de grandes superficies y compran todo lo que pueden por si las restricciones y cuarentenas se extienden demasiado.

Es cierto que hay productos como el alcohol en gel y los barbijos que hace tiempo que prácticamente han desaparecido de la oferta en Cipolletti, y en muchos otros lugares de la Argentina. En algunas jornadas, también se ha observado escasez de lavandina, en particular de las más baratas, la de los Precios Cuidados.

En estos casos, se trata de productos de primera necesidad en la actualidad por las medidas de higiene que se recomiendan.

Sin embargo, rápidamente se va instalando en sectores de la comunidad que el confinamiento o la reducción en sus salidas a la calle de los ancianos, como población de más riesgo; de los niños y jóvenes, porque se han suspendido las clases y deben quedarse más en casa; y de los propios adultos, porque no podrán concurrir como antes al casino, teatros, cafés y bares, plantea ya la necesidad de aprovisionarse de lo más imprescindible, por si acaso. Como consecuencia, se está dando una explosión de la demanda y un cuello de botella de la oferta.

Y el pánico es como una cadena que se agranda. Las limitaciones que los supermercados empezaron a aplicar al ingreso de clientes, para no superar los máximos establecidos para locales abiertos al público, y para separar a los clientes de la tercera edad, por un lado, y los demás, por el otro, acrecienta las ansiedades y muchas personas optan por comprar, utilizando mucho las tarjetas de crédito, cantidades mayores de productos que las habituales, con lo que góndolas y escaparates se vacían y desabastecen.

Desaparecen productos básicos

Clientes alertaron de faltantes en góndolas de diversos productos supermercados de centro y barrios. En ocasiones, las existencias eran mínimas. Entre los productos que más se extrañaron, por ausentes o por haber muy pocos, se contaron la harina, el aceite, la azúcar, el vinagre, los fideos, el arroz, algunas galletitas, la lavandina, el alcohol común y el en gel, el higiénico y otros artículos. También había faltantes de productos lácteos, como la manteca. Se hacían esfuerzos en reponer las carencias lo antes posible.

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