Retiran medidores de luz en el Barrio Obrero: acumulan meses de deuda
Los vecinos denuncian que las boletas se volvieron impagables, pero la prestadora Edersa lo niega y afirma que es el único barrio popular donde existe el problema.
El servicio eléctrico es clave para los barrios de la ciudad donde no hay gas, como es el caso de los asentamientos que se fueron regularizando con el paso del tiempo, como el Barrio Obrero. Allí, el consumo eléctrico supera el promedio de la ciudad debido a que la luz es el único servicio con el que calefaccionarse en invierno y cocinar sin leña. Las boletas suelen ser más caras, y motivo de reclamos.
Al costo del servicio apuntaron los vecinos del sector cuando la distribuidora Edersa comenzó a notificar que retirará medidores. “Llegan facturas de 100 mil pesos o más. No hay cómo pagarlas”, aseguraron en el barrio. La compañía, sin embargo, rechazó el argumento y planteó que solo se busca que se regularicen deudas.
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El proceso de regularización en el Obrero tuvo dos procesos bien diferenciados. En el sector B se completó y todos los habitantes regularizaron su conexión. Se instalaron 192 medidores. En tanto que, en el Obrero A, el más poblado de los dos, hubo numerosas idas y vueltas durante la instalación de cableado e infraestructura, pero entre 2019 y 2020 la obra quedó lista para la conexión domiciliaria. Sin embargo, el 40% de las 460 familias nunca pidió el medidor.
Desde Edersa rechazaron que las boletas sean superiores a los 100 mil pesos. Según informó la distribuidora eléctrica a LMC, apenas “el dos o tres por ciento de las boletas son superiores a los 40 mil pesos”. La empresa confirmó que se realizaron intimaciones y retiros de medidores, pero aseguran que las causas de la decisión son otras.
En el Obrero hay al menos 35 familias intimadas por sus deudas y a 25 les quitaron el medidor. “De todos ellos, ninguno debe menos de cuatro facturas y algunos tienen consumo cero. Es decir que están usando energía del tendido precario”, se aseguró en la compañía.
“Algunos de esos clientes fueron a la sucursal para regularizar la situación. Si realizan un plan de pagos, en cinco días se les devuelve el servicio”, aseguraron en Edersa.
La regularización de la electricidad en barrios populares se hace en dos etapas. La primera es la obra en sí: llevar el tendido, instalar estaciones transformadoras y que los vecinos hagan sus conexiones.
La segunda etapa es más compleja: mantener a esos nuevos usuarios dentro del sistema, como clientes regulares y que paguen su factura. Esa etapa, en el Obrero, no dio el resultado que sí logró Edersa en otros barrios populares.
La decisión de retirar los medidores de aquellos usuarios que no pagan la factura busca equiparar su situación a la de cualquier cliente de la distribuidora eléctrica. “Es cierto que hay deudas de 100 mil pesos, pero es por la acumulación de facturas sin pagar”, se afirmó.
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