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La ley del más fuerte: la falta de un semáforo fundamental en un cruce de la Ruta 22 genera peligro

Según revelaron personas que utilizan ese camino a diario, el semáforo que permite que los automovilistas que circulan por Julio Salto crucen la Ruta 22, fue retirado para ser reparado.

La Ruta 22 es un verdadero peligro para los automovilistas y en los últimos días se le sumó un nuevo obstáculo para ellos. Es que la falta de un semáforo en el cruce con la calle Julio Salto, la cual conecta con la Isla Jordán de Cipolletti, complica el paso de aquellas personas que desean dirigirse a ese sitio.

Según revelaron personas que utilizan ese camino a diario, el semáforo que permite que los automovilistas que circulan por Julio Salto crucen la Ruta 22, fue retirado para ser reparado.

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Sin embargo, tras varios días, el mismo no fue instalado nuevamente, y dado el gran flujo vehicular que existe en esa zona a partir de la ampliación de la Ruta 22, es más que complejo cruzar por ese lugar.

En detalle, tanto de ambos lados de la Ruta 22 se vieron largas filas de autos, las cuales sólo se descomprimían cuando algún “valiente automovilista” se animaba a cruzar, o bien cuando el flujo de la Ruta Nacional se reduce.

Como si fuera poco, tampoco hay presencia del personal de Tránsito de la ciudad para facilitar el cruce de los conductores.

Zona de accidente

En tanto, esa zona también fue el escenario de un nuevo accidente vehicular durante la madrugada del sábado, cuando un Nissan March terminó impactando con los tambores que delimitan la obra de la Ruta 22.

Según explicó el mismo conductor, quien estaban de viaje de regreso a Puerto Madryn, el hecho se desencadenó a partir de una maniobra brusca de evasión de un automovilista que iba delante de él. Fue así que cuando el auto que seguía se movió, se topó a muy poca distancia con uno de los tambores que delimitan la obra de la Ruta 22.

"No veníamos ligero, a unos 60 o 70 kilómetros, pero teníamos el tambor encima y no lo pudimos esquivar", relató el conductor accidentado. Sin poder controlar el vehículo, ni frenar, tras el primer impacto embistió un segundo tambor. La parrilla y la zona del radiador del vehículo quedaron destruidos. Uno de los tambores impactó contra el parabrisas, en la zona del acompañante.

El auto finalmente se detuvo contra el guardarrail que delimita la ruta, hasta que junto a agentes de la Policía lograron moverlo a la banquina para reducir el riesgo de nuevos accidentes.

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