Dolor en Cipolletti por la muerte del "kiosquero del pueblo"

Se fue "Chiquito" y el dolor es muy grande. Falleció Antonio Emilio Sagripanti, un estimado vecino y a la vez histórico comerciante de nuestra ciudad y las redes sociales se llenaron de mensajes.

Es que se trata de un personaje muy popular, que con el tiempo supo ganarse el cariño de distintas generaciones de clientes. Hablamos del kiosquero del emblemático Pamperito, de la calle Alem al 1300, casi Independencia, otro pedazo de la historia lugareña que se va...

“Quien no paró en Pamperito a jugarse una boletita, a comprar una Revista, unos caramelos con la excusa de charlar un ratito. Con profunda tristeza lo despedimos los vecinos de su barrio. Se lo va a extrañar mucho. Abrazo fuerte a su enorme compañera Susana”, publicó Valeria en el muro Cipolletti de Ayer.

El mejor recuerdo del kiosquero del pueblo

Las reacciones no tardaron en llegar y su posteo recibió numerosos comentarios de vecinos sorprendidos y angustiados por la triste noticia.

“¡Noooo!, de chico iba a comprar ahí. ¡Abrazo fuerte a Susana y familia! Muy buenas personas”, expresó, compungido, Rodrigo.

“¡Nooo, qué dolor!”, lamentó, por su parte Caro.

“QEPD... Cuántos recuerdos de ese quiosco y ellos dos siempre muy atentos”, le dedicó unas sentidas palabras Marcia.

Es que eso generó también la partida de Antonio a los 79 años. Recuerdos de aquellas inolvidables épocas y mucha nostalgia.

También se destacó entre los mensajes el apoyo a su entrañable esposa Susana. “Susi querida mis más sentidas condolencias, que el señor te de las fuerzas que necesites, un abrazo enorme de Patricia y mío”, pronunció Gastón.

Asimismo, la Asociación Mutualista Ocaso se refirió en Facebook al fallecimiento de su asociado e informó que “sus restos quedaran en resguardo para su posterior cremación”.

Y también en esa publicación se advirtieron nuevos mensajes como el de Lili: “Que en paz descanse. Acompaño a Susana, Victoria y Fernando en tan triste momento. Besos al cielo querido primo”.

"Yo recuerdo que en mi infancia iba a comprarles figuritas, luego la revista El Gráfico, creo que también tenía quinielas. Las galletitas merengadas, los caramelos sugus...", recordó con pesar Mario Alarcón, quien por aquellos años vivía en el barrio, a LM Cipolletti.

La reciente demolición del Kiosko Alonso

En las últimas semanas dimos cuenta de otra noticia triste vinculada a un kiosco, si bien nada se compara a una muerte. Nos referimos a la demolición del kiosco Alonso, el pequeño local ubicado en la ochava de la esquina de Mengelle y O´Higgins, frente a la sede del club Cipolletti, que funcionó durante varias décadas y se convirtió en una marca registrada que trascendió el tiempo y la vida comercial.

De hecho, tras distintas transacciones el nuevo dueño lo mudó a un salón mucho más amplio que se encuentra a unos pocos metros, por Mengelle, y no le cambió el nombre.

El kiosquito lo fundó un vecino de apellido Alonso, de quien no se pudieron conocer mayores datos. Se calcula que la apertura fue a comienzos de los 70, o incluso antes.

Bueno. La cuestión es que el histórico reducto ya no existe más. El municipio lo demolió en la mañana de este lunes junto al resto de la propiedad porque se había transformado en un aguantadero donde se escondían delincuentes.

El inmueble tiene unos 20 x 8 metros de superficie y la parte interna antiguamente estuvo ocupada por un taller de mecánico que con el tiempo también cerró. Así, la construcción quedó en estado de abandono, lo que fue aprovechado por intrusos que se metían para esconderse o pasar la noche.

El municipio precisó que el dueño no respondió a los avisos e intimaciones para mantener el inmueble en condiciones, por lo que procedieron a desmantelarlo, en el marco de su política para desactivar sitios que ponen en riesgo la seguridad pública.