Cipolletti despide con emoción a don José, "el zapatero del pueblo"

Con emotivas muestras de cariño, el mejor de los recuerdos y hasta numerosas anécdotas, los cipoleños despiden al “zapatero del pueblo”, José Rubén Avilés, quien falleció en las últimas horas con 94 años.

Bastó que su nuera Marianella subiera a las redes sociales la triste noticia, para que los vecinos y vecinas se hicieran eco de la misma y enviaran las condolencias y saludos.

“Hoy despedimos al zapatero más longevo de Cipolletti. Con sus casi 94 años. José Rubén Avilés. Dejando un legado para hijos, nietos y bisnietos. Zapatería Avilés”, fue la sentida publicación.

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A partir de eso, sitios como “Cipolletti de ayer” se vieron inundados de mensajes. “Fue el mejor zapatero de Cipolletti, QEPD”, publicó, por ejemplo, Naty.

“Que en paz descanse Don Avilés, se ganó el respeto y el cariño de todos”, lo reconoció León.

“Siempre te voy a recordar tío querido. ‘Zapatero a tus zapatos’ y qué bien que hacías tu profesión”, le dedicó su sobrina Judith.

“QEPD don Avilés. Nuestro zapatero desde que llegamos a Cipolletti. Excelente persona. Abrazo al cielo”, escribió Ana María. Y así cientos de mensajes para un comerciante icónico de la ciudad que será recordado por siempre.

La palabra de su hijo Víctor

Aún dolorido por la partida de su padre pero orgulloso por el legado que deja y por el afecto de la gente, Víctor Avilés, uno de los cuatro hijos de don José destacó a LM Cipolletti que el popular zapatero “se fue en paz de este mundo” y representó un “verdadero ejemplo”.

“El empezó desde los 13 a laburar, era lustrabotas y un gringo lo llevo a trabajar con él y le dijo ‘te voy a sacar zapatero’. Y así fue. Y varios de la familia siguieron sus pasos. Mi hermano mayor tiene zapatería en Roca, mis sobrinos hijos de mi hermana continuaron el oficio y atienden en calle Belgrano de Cipolletti la tradicional zapatería Avilés”, explicó.

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“Mi viejo tuvo su primera zapatería en calle Roca casi Mengelle, en lo de una familia que le alquilaba un salón con piso de pinotea. Con el tiempo se mudó a calle Villegas frente a la Municipalidad, como 20 años estuvo ahí. Luego a la vuelta en 9 de julio y después a la calle Belgrano, hasta que se mudó enfrente donde está hoy. Hasta hace un tiempo iba y se ponía en la zapatería a hacer un arreglito el querido viejo”, contó con emoción.

Recordó con nostalgia que en los tiempos dorados “le ayudé a lustrar en calle Villegas y por día arreglabamos 50 pares de zapatos, los lunes no trabajábamos porque nos íbamos a pescar pero el resto de la semana era palo y palo, una locura”.

Destacó la gran relación de su papá con los clientes, esos que hoy ya lo extrañan. “El charlaba mucho con la gente, un comerciante que le gustaba escuchar a las personas, hasta algún consejo les daba, fue un ejemplo”, lo elogió Víctor, que se dedicó “a los cuchillos de cazadores”.

Por último acotó que “todos tenían alguna anécdota con él. A los pibes de Fontenlos, la familia de oculistas, se les iba la pelota por el patio para la zapatería y le decían ‘don José me puede patear la pelota’ y él se las devolvía con alegría y complicidad, lejos de molestarse”.

¡Qué jugador! Don José Avilés un crack, el zapatero del pueblo, ese que hoy lo llora. Se fue un grande de la ciudad.