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Técnica marisquera divide aguas entre pescadores de la costa rionegrina

Buzos que recogen moluscos de manera artesanal están en contra del uso de rastras, un dispositivo tirado por una embarcación que remueve el fondo marino. Advierten que es un sistema destructivo que atenta contra el medio natural.

La posibilidad de que se autorice el uso de rastras para recoger mariscos al sur de Las Grutas puso en alerta a un grupo de buzos que realizan esa labor de manera manual.

La denominada “rastra bentónica” es una estructura metálica remolcada por una embarcación que en su andar va removiendo el fondo y desprende las especies y las depositada en un receptáculo incorporado al dispositivo.

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La técnica es cuestionada porque arrasa todo a su paso, con el riesgo de afectar el lecho marino, como sucedió a principios de los 90 con el furor por la vieira, cuando su uso fue habilitado para la flota industrial y artesanal.

Los detractores sostienen que causó un daño de tal magnitud al medio natural, que recién ahora está dando muestra de comenzar a recomponer un recurso que tiene un alto valor comercial, por ser muy apreciado en el ambiente gastronómico por su exquisito sabor.

En junio del año pasado el área de Pesca provincial aprobó el uso de este sistema en el área norte del golfo San Matías, entre el Puerto de San Antonio Este y la bahía Creek, un sector donde se repobló un banco de vieiras, pero que se encuentra a unos 30 metros de profundidad, 10 más a donde pueden llegar los buzos. Según trascendió, el recurso se agotó y lo que queda es de menor tamaño y calidad, lo que lo hace menos atractivo comercialmente.

Ese es el motivo por el cual los pescadores con rastras pidieron expandirse al sur del balneario, a la zona conocida como El Sótano, donde hasta el momento se desempeñan los buzos artesanales.

Un profesional de la actividad indicó que en ese sector se originó un “banco madre” de vieiras, a unos 30 metros de profundidad, lo que impide la recolección manual.

Sin embargo, lo consideran un recurso relevante que se debe proteger, pues de allí se desprenden semillas de la especie (crías) que se propagan en el entorno hacia lugares menos profundos donde los buzos pueden descender y recogerlas.

La queja llegó al área de Pesca

La versión sobre el pedido de permitir usar rastras en esa zona motivó que quienes no están de acuerdo con esta práctica le enviaran un escrito a la flamante sub Secretaria de Pesca provincia, Jessica Ressler, en la que resaltan que están “profundamente preocupados” la posible aceptación.

Enfatizaron que la utilización del mecanismo “provocó el agotamiento de los bancos de mejillón y vieras en años pasados, con grandes perjuicios para la actividad de la flota marisquera”

“Los pescadores que nos mantuvimos en actividad buscando recursos alternativos, hemos subsistido explorando nuevas formas de pesca, abriendo mercado para estos recursos y sobre todo cuidando de preservar la fuente de trabajo entendiendo que la extracción debe ser controlada y planificada”, destacaron.

Recordaron que “el descubrimiento de la viera como semilla hace ya casi cinco años nos renovó la esperanza de una pesca para mercados más masivos y sostenidos en el tiempo, por lo que, de común acuerdo, hemos respetado sus tiempos y medidas que la autoridad pesquera y el CIMAS (Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos) Almirante Storni, han establecido”.

Agregaron que “la pesca realizada con buceo, ha logrado que la zona donde opera, vuelva a tener esta posibilidad de pescar un recurso muy apreciado, que puede mantener una flota importante en actividad permanente y con proyección, puesto que hay sectores donde se encuentra semilla en crecimiento lo que significa que el banco se puede renovar”.

Por ese motivo le advirtieron a la funcionaria que la rastra “solo destruye y entregará una solución económica efímera y destrucción permanente. La flota que opera con arrastre, por sus dimensiones y capacidad de motor, tiene amplias posibilidades de operar sobre recursos que para la flota nuestra no están disponibles, permítannos entonces continuar manteniendo nuestro ambiente de trabajo y el futuro de la actividad marisquera”.

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