El clima en Cipolletti

icon
26° Temp
23% Hum
LMCipolletti hospital

El hospital de Allen cumple un siglo y proponen declararlo de interés provincial

El aniversario se cumple este sábado. La apasionante historia de un establecimiento sanitario ícono en toda la Patagonia.

Este sábado 15 de febrero el hospital Ernesto Accame de Allen cumple 100 años de trayectoria al servicio de toda la comunidad.

Para conmemorar la fecha, la legisladora Lorena Matzen con el acompañamiento de Ariel Bernatene (bloque Unión Cívica Radical) presentaron un proyecto para declararla de interés comunitario, social, sanitario e histórico.

Te puede interesar...

La iniciativa destaca que el establecimiento se inauguró en el año 1925 y en ese momento significó “una gran inversión en materia de salud pública”.

Lorena Matzen y Ariel Bernatene.jpg

Como institución, brindaba atención a vecinos y vecinas de toda la región norpatagónica y se erigió como “la primera construcción de salud con las características propias de un hospital urbano moderno”.

Los parlamentarios recordaron en su propuesta que el proyecto de un hospital regional comenzó a gestarse en 1912, con la creación de un programa de construcción de infraestructura sanitaria en puntos estratégicos del país, a través de la Ley Nacional Nº 4.952.

“La salud fue uno de los pilares de las políticas llevadas a cabo por los primeros gobiernos de la región” y que “continuando la línea higienista, que fue popular en Argentina desde mediados de siglo XIX, se promovió la radicación de médicos, el desarrollo de prácticas sanitarias y la construcción de hospitales”.

Un edificio con historia

El edificio hospitalario tiene su propia historia. Su diseño estuvo en manos del área de arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, a cargo del ingeniero Mauricio Durrieu. La estructura se pensó en base a modelos hospitalarios europeos y el presupuesto de la obra ascendió a la suma de 277.010,87 pesos, precisaron Matzen y Bernatene.

“El Hospital de Allen fue construido siguiendo los mismos planos utilizados para el del Chaco (1907), a cargo del arquitecto Huberto Schefer. Originalmente, la intención era construir un hospital regional en Neuquén Capital. Sin embargo, la intervención de uno de los vecinos fundadores de Allen cambió el destino de la obra”, detallaron.

El viento y el cambio de lugar

Los relatos históricos aseguran que Patricio Piñeiro Sorondo hospedó en Allen al funcionario nacional que debía elegir el lugar para el hospital. Casualmente, al vecino allense lo unía una amistad con el Presidente de la Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Domingo Cabred.

Así, Piñeiro Sorondo habría llevado al visitante a recorrer Neuquén en una jornada de fuertes vientos. El clima adverso que padeció en su recorrido y sus días con Piñeiro Sorondo lo habrían hecho cambiar de opinión.

“Esta anécdota popular se suma a la posición de algunos historiadores que sostienen que la definición estuvo ligada a las normativas de la comisión asesora, que era sumamente estricta en cuanto a los requisitos de selección de los terrenos de emplazamiento”, sostuvieron los legisladores.

Hospital Regional Allen 9.jpg

Aclararon que e esos tiempos “se exigía que fueran terrenos llanos, fértiles y cercanos al ferrocarril” y que además “era vital el acceso al agua para llevar adelante las prácticas sanitarias” y los terrenos cedidos en Allen tenían napas cercanas y en 1920 se mejoró la perforación lindante al predio del futuro hospital”.

De esa fuente se abastecía a gran parte de la población allense de la época. El espacio de 10 hectáreas para tamaña construcción también fue responsabilidad de Piñeiro Sorondo. Los dueños de los terrenos elegidos para la edificación del hospital eran los vecinos Juan Saporitti, Arturo Olmos y Joaquín Portela. Ellos, a instancias de ’Don Patricio’ cedieron la propiedad de las quintas 12, 15 y 16, a cambio de otras tierras donadas por Piñeiro Sorondo. El arreglo habría sido provechoso para los vecinos, ya que recibieron lotes en zonas productivas de calidad, en lugar de las salitrosas tierras donde se emplaza el hospital. Finalmente, el proyecto avanzó favorablemente y se designó a la ciudad de Allen como sede del hospital regional.

Dificultades en el horizonte

Sin embargo, la obra no estuvo exenta de complicaciones y altibajos. Para junio de 1916 estaban listos los edificios troncales, pero la inspección de obra reveló falencias. Por irregularidades en la estructura, hubo que rehacer parte del diseño y se demoró su apertura al público.

El retraso no fue menor porque hubo que arreglar los cimientos (carcomidos por el salitre), realizar obras sanitarias, de calefacción, electricidad e instalación de maquinarias. Una vez solucionados los problemas, el gobierno nacional dispuso la inauguración para el 15 de febrero de 1925.

Acto de inauguración

La ceremonia contó con la presencia de vecinos y vecinas de las localidades cercanas. Participaron además el gobernador del Territorio, Sr. Viterbori; el presidente del Concejo Municipal de Allen, Sr. Hans Flugël; y los cónsules de España, Italia y Chile. El presbítero Zacarías Gengini bendijo las instalaciones. El primer director del nosocomio fue el Dr. Ernesto Accame. El personal inicial estuvo integrado por el médico interno Dr. Miguel Coquet; el farmacéutico Pedro Silveyra; y los enfermeros Manuel Gil, Serafín Fernández y Dionisia G. de Gil. En ese entonces, el hospital contaba además con un ecónomo contador, un cocinero, un albañil, un secretario estadístico, peones de patio y sereno. La edificación original tenía varias particularidades que la destacaban. Se trataba de cuatro edificios de hasta tres plantas, separados por jardines o pequeñas calles.

La corriente de “higienismo”

Este diseño por pabellones reflejaba la corriente médica de la época, el denominado ‘higienismo’, donde se alojaban a los pacientes en diferentes sectores, según la patología. Según datos históricos, en 1928 el hospital allense tenía una capacidad de 88 camas, que luego ampliará hasta más de 200. Durante muchos años, el Hospital Regional de Allen ofreció atención de calidad a toda la población de la norpatagonia. Desde su concepción, se proyectó con una complejidad única en el territorio de Bahía Blanca a Chubut. Llegaban pacientes a atenderse desde distintos puntos de la Patagonia e incluso de Chile. Por la demanda de los vecinos, se estableció una sala de primeros auxilios en Catriel y dos en la Línea Sur, las tres dependientes del Hospital de Allen. Posteriormente se hizo necesario ampliar la atención y reformular las instalaciones.

En junio de 1947 aumentó el número de camas de internación y se inauguraron nuevos servicios médicos bajo la dirección del Dr. Celiar Pomina. En abril de 1954 se habilitó el área de Tisiología y un nuevo lavadero.

El paso del tiempo y deterioros

En 1970 se inauguró el primer servicio de Salud Mental y se sumó atención de Cardiología, con modernos elementos de diagnóstico y tratamiento. Con el paso del tiempo y con el deterioro de la construcción inicial, se fueron levantando nuevos pabellones, consultorios y oficinas. Desde los años ‘80, la vieja estructura hospitalaria dio cuenta del deterioro y falta de mantenimiento integral. La mayoría de los servicios y la administración se concentró en las construcciones complementarias.

En 1990 mudaron toda la atención al sector del neuropsiquiátrico, que fue remodelado para su nueva función. Lamentablemente, las estructuras históricas desocupadas siguieron en decadencia y fueron blanco de saqueos y vandalismo. Hubo varias iniciativas para recuperar los edificios y preservarlos como patrimonio cultural de la provincia.

Hospital Regional Allen 7.jpg

Por ejemplo, en 1991 se aprobó la Ley 2457 impulsada por el legislador allense Walter Barión, que declaró Monumento Histórico Provincial a la "casa vieja" del hospital.

“La Casona” era el hogar del administrador o director del nosocomio, una construcción de 450 metros cubiertos de características únicas. Pero, a pesar de estar protegida por una ley provincial, esta casa se demolió en 2016. En el caso de la fachada histórica del hospital, este espacio fue restaurado en 2007 gracias a una propuesta de la Asociación Museo de Allen y a fondos donados por una empresa petrolera. Con aportes y subsidios del estado provincial y municipal, se logró mostrar los avances de esta recuperación en mayo de 2008. A pesar de los esfuerzos, el edificio no volvió a tener vida y poco se ha hecho por su preservación.

Presencia universitaria

En el transcurso de estos años, el antiguo predio del hospital regional se fue fraccionando para distintos usos. En los terrenos se realizaron planes de viviendas, se instaló la Escuela Superior de Enfermería (dependiente de la Universidad Nacional del Comahue) y se construyó el moderno edificio del Hospital Escuela de la Facultad de Odontología de Universidad Nacional de Río Negro.

La atención gratuita de los estudiantes y docentes de esta facultad ha sido de suma importancia en la comunidad, desde su inauguración en 2013.

En materia de inversión en infraestructura sanitaria, el gran salto para la comunidad del Hospital Ernesto Accame se dio en 2019. Por decisión del gobierno de Alberto Weretilneck, se inauguró un moderno edificio emplazado en una gran esquina de terreno baldío, dentro del viejo predio del hospital.

hospital de allen

La construcción del nuevo hospital implicó una inversión de más de 319 millones de pesos provenientes de la renegociación de los contratos petroleros. La obra significó edificar 6644 m2 y el trabajo estuvo a cargo de más de 150 personas.. El gobierno provincial pensó el proyecto con la intención de generar las condiciones necesarias para cubrir la atención sanitaria de Allen por los próximos 20 años.

La infraestructura comprende ingreso público ambulatorio, consulta externa, admisión, administración, dirección, rehabilitación, consultorio, gimnasio y anexos. Además, cuenta con sectores de control de niño sano y vacunatorio, laboratorio y hemoterapia, diagnóstico por imágenes, guardia / emergencias, bloque quirúrgico / obstétrico,área de internaciones, entre otros.

Rol destacado en la pandemia de Covid

El nuevo espacio tuvo un rol fundamental ante la pandemia de Coronavirus, desatada en 2020 a nivel mundial. Durante la primera ola de la pandemia, el hospital allense se convirtió en un pilar que apuntaló al sistema de salud ante el desborde de casos críticos.

El compromiso del personal fue constante y mostró todo el profesionalismo para atender a los pacientes que atravesaron cuadros graves y moderados. El área de cuidados intensivos amplió su capacidad a seis camas y funcionó bajo la coordinación del médico intensivista José Luis Rovasio, en colaboración con el director del hospital, el Dr. Sebastián Wilde.

Así, a un siglo de su fundación, el Hospital de Allen continúa prestando un servicio de primera necesidad para la población local y regional. Los cambios y desafíos que atravesó a lo largo de su historia han forjado una estrecha relación con la comunidad y han puesto en valor la vocación de servicio de sus profesionales.

“Sin lugar a dudas, el Hospital de Allen está lleno de historia y continúa escribiendo nuevas páginas en su trayectoria. Es importante volver a destacar que fue aquí, en un pueblo en pleno crecimiento, donde las autoridades nacionales decidieron instalar el primer hospital regional de la Norpatagonia, hecho que, como Allenses, nos sigue llenando de orgullo”, subrayaron los legisladores.

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario