Los contrataron para hacer un piquete y reclamaron ser reconocidos como petroleros despedidos

Dos piqueteros que fueron contratados por el encargado de un campo en Catriel, demandaron laboralmente al hombre en cuestión, reclamando que habían sido despedidos. Dado que el piquete para el que habían sido convocados estaba relacionado a una cuestión con una empresa petrolera, los demandantes pidieron ser reconocidos dentro de ese rubro. Finalmente, todo fue rechazado por la Cámara de Trabajo de Cipolletti, obligando a ambas partes de hacerse cargo de los gastos del proceso.

El hecho tiene como inicio una “pelea” por tierras (a 39 kilómetros de Catriel) entre dos familias, ya que en ese sitio una empresa petrolera explota la actividad y abona servidumbre de paso (lo cual representa en muchos casos sumas millonarias).

De esta forma, el encargado de uno de los campo organizó un piquete con intenciones de impedir la circulación de un camino interno de la familia vecina, para que no accediera hasta ese lugar. Según sus dichos, sus vecinos pretendían usurpar esa parcela.

justicia sentencia juez.jpg

Es allí donde aparecen los dos demandantes, quienes fueron contratados por ese encargado de campo, para ser parte del piquete, pagándoles informalmente 10 mil pesos. Una vez terminado el piquete, el hombre dejó de “necesitar los servicios” de los piqueteros.

Tras esto, los piqueteros decidieron llevar su caso a la Justicia, reclamando por sus derechos laborales, dado que ellos se consideraban “despedidos”.

En ese punto, en la demanda, los dos hombres que protagonizaron el piquete sostuvieron que trabajaron como “serenos” y que, en consecuencia, su actividad debía ser encuadrada en la categoría “peón general” del sector agrario. Pese a eso, solicitaron acogerse al Convenio Colectivo de Trabajo de Petroleros Privados debido a que en ese sitio había una firma que explotaba el petróleo.

Con el proceso judicial en curso, el demandado negó todas las circunstancias y explicó que uno de los hombres es “un conocido y activo piquetero, participante en distintas situaciones de cortes de ruta y piquetes, que era amigo de su familia, y por dicha razón (la experiencia como piquetero) se lo convocó a participar en el corte percibiendo como colaboración la suma de 10.000,00 pesos semanales”. Esa persona, supuestamente, fue la encargada de convocar al resto.

La Cámara del Trabajo cipoleña resolvió la demanda del empleado.

La Cámara del Trabajo cipoleña resolvió la demanda del empleado.

Como los dos hombres que interpusieron la demanda no probaron la realización de ninguna actividad agrícola y, ante el reconocimiento de los hechos por parte del demandado, la Cámara del Trabajo rechazó los reclamos por tratarse de un objeto ilícito, situación prohibida en la ley. Todas las partes tendrán que afrontar los gastos del juicio.

De esta forma, se llegó a la conclusión de que el objeto del contrato entre los dos hombres y el demandado “desde la óptica del Derecho del Trabajo, ha sido ilícito, contrario a la ley y a la moral y buenas costumbres, por comprometer el interés general y el derecho de libre circulación, amparado por la Constitución Nacional”.