La comuna intensifica el riego de calles para frenar las polvaredas

Desde hace dos semanas el Municipio ha redoblado las tareas de riego de calles de tierra para evitar que las polvaredas, que se acentúan con las altas temperaturas y los vientos, se conviertan en una molestia infernal para muchos vecinos. El esfuerzo es grande aunque el problema, por sus propias características, resulta muy difícil de controlar en su totalidad.

La prestación se está concretando en la actualidad con seis camiones regadores contratados y tres propios de la comuna. Los nueve vehículos trabajan a fondo pero, por la gran cantidad de arterias de ripio y lo transitado de muchas de ellas, a veces los esfuerzos no son suficientes. Sin embargo, el personal que se dedica al servicio no da tregua y busca cubrir el máximo posible.

"Tenemos una cantidad apreciable de camiones regadores. En las calles primarias de mucho tránsito y usadas por los colectivos, se pasa tres o cuatro veces al día. En las secundarias, una o dos veces”. Jorge Ulovec Titular de la Secretaría de Servicios Públicos

El titular de Servicios Públicos, Jorge Ulovec, manifestó que los rodados arrancan sus actividades a las 6 de la mañana y, luego de un alto al mediodía, retoman las labores a las 16 hasta la noche. Se tiene diseñado un diagrama de ocho sectores urbanos y rurales, y las calles en que se trabaja se dividen en primarias y secundarias, dependiendo de la intensidad del tránsito y de que sean utilizadas o no por el transporte colectivo de pasajeros.

Los días de vientos demasiado furiosos o de mucho calor la prestación se ve complicada por la facilidad con que la tierra se vuelve a secar, pero igual se pone el máximo empeño para paliar la situación.