El día en que los españoles descubrieron cómo entrar al río Negro desde el mar

El 22 de febrero de 1779 un marino español encontraba lo que tanto tiempo buscaron: la entrada del río Negro hacia tierra firme. Necesitaban localizar este lugar para instalar un asentamiento y poblar la zona.

Fue el piloto asistente de la fragata, Basilio Villarino, el encargado de encontrar la unión del río Negro con el mar hace 240 años, zona donde actualmente se encuentran asentadas las ciudades de Viedma y Carmen de Patagones. Durante décadas había sido buscada sin éxito por España y otras potencias europeas.

La existencia del río era conocida por los españoles, pero no su desembocadura. Encontrarla desde el mar no fue jamás una tarea sencilla para los navegantes.

Según marca la historia, Villarino encuentra la entrada y de inmediato regresa a península Valdés donde Francisco de Viedma lo estaba esperando.

La expedición al mando de este agricultor de Andalucía, cuyo nombre guarda la ciudad capital de Río Negro, recuperó la esperanza que había perdido en el páramo de la península donde faltaba todo, especialmente agua.

Poco tiempo después, al remontar el río, advirtieron que estaban en condiciones de establecer una población permanente con capacidad para autogestionar sus alimentos.

“Por eso hoy recordamos una fecha clave que nos lleva a los tiempos de gestación de la Argentina Patagónica, y que nació aquí, a orillas del río Negro”, recordó el vicegobernador de la provincia, pedro Pesatti.

El piloto Basilio Villarino, fue un explorador, colonizador y marino español. Se desempeñó como piloto de la Real Armada Española. En 1773 Villarino arriba al Río de la Plata, siendo piloto asistente de la fragata Perpetua, al mando del capitán Bustillos. Exploró el río Negro corriente arriba, cruzando por el Limay y llegando hasta Collón Cura.

Villarino murió durante un enfrentamiento con aborígenes en cercanías a Sierra de la ventana, en 1785.