Tomas perlenses en problemas por falta de electricidad y agua

Para las cuatro tomas de Las Perlas, son tiempos de expectativa. No tienen electricidad y malamente se pueden proveer de agua, con conexiones precarias con dificultades de red existentes en los barrios de los alrededores.

Para peor, con la reciente finalización de la feria judicial de verano se espera la reactivación de las causas de aquellos asentamientos cuyas tierras tienen propietarios.

En los últimos días, en la delegación municipal han estado con mucho trabajo por cuanto han tenido que atender a personas que participan de las ocupaciones. El delegado Carlos Aimasso y el mediador comunitario, Jaime Flores, han escuchado sus reclamos, ante el drama social que representa no disponer de servicios básicos.

Las tomas son La Pacífica, El Cactus, 2 de Julio y El Esfuerzo, que se insertan en distintas zonas poblacionales perlenses.

En el caso de 31 familias de El Cactus, sector C, hicieron público que han estado solicitando a la empresa Edersa que “nos ponga la luz legal o un pilar comunitario”. Dieron cuenta también de la dificultad de vivir sin servicios básicos “y viviendo con niños pequeños”.

Otro de sus planteos tiene relación con la necesidad de “legalización” de las tierras que ocupan, por lo cual pidieron su “tenencia”, todo “a pagar, no pedimos que nos regalen tampoco”.

Este es uno de los grupos de pobladores que han conversado con los funcionarios de la comuna.

Así las cosas, la situación para las tomas se presenta muy complicada, ya que están también los planteos legales que han impulsado los propietarios de algunos de los predios afectados, como es el caso de la Asociación La Ruca.

Los asentamientos que están judicializados son la toma Pacífica y la 2 de Julio, según la información disponible.

Traba legal

En cuanto a los servicios básicos, en el caso de Edersa ya ha hecho saber a la delegación municipal que no puede avanzar en el tendido eléctrico mientras no se solucionen los problemas legales existentes. Además, la distribuidora podría cortar las conexiones precarias que han concretado los ocupantes de algunas partes, con lo que se complicarían más las cosas.

Por si fuera poco, hay malestar y quejas de los vecinos de los barrios donde se encuentran, o son linderas, las ocupaciones. Es que ellos pensaban destinar los predios para espacios verdes. Además, se ven afectados por las vinculaciones precarias a las redes de agua.

Los asentamientos datan de mediados del año pasado. Una parte de los pobladores fueron desalojados por la Justicia, pero muchos se quedaron y otros volvieron.