Nuevo derrame cloacal en Cipolletti: ARSA extendió el bypass para contener el colapso

La preocupación de vecinos y comerciantes de los barrios Luis Piedrabuena y Don Bosco en Cipolletti se reavivó anoche tras un nuevo derrame de líquidos cloacales sobre la calle Naciones Unidas. El hecho se registró en una zona donde Aguas Rionegrinas (ARSA) realiza trabajos desde hace más de dos semanas.

El fuerte olor nauseabundo que emanaba del lugar aún este mediodía, hizo imposible permanecer en las inmediaciones, especialmente para quienes trabajan en la zona. En ese tramo funcionan numerosos comercios, varios de ellos dedicados a la venta de alimentos como panaderías, carnicerías y fiambrerías, lo que agrava la preocupación por las condiciones sanitarias.

Ante la situación, personal de ARSA se acercó al lugar para arrojar líquido inhibidor de olores como medida paliativa. Además, una de las manos de la calle Naciones Unidas permaneció cerrada al tránsito vehicular con vallas, debido a la presencia de líquidos cloacales en la calzada y el avance de los trabajos.

¿Qué pasó?

Según confirmó a LM Cipolletti Luis Argüello, jefe del servicio local de ARSA, durante la noche se registraron nuevos inconvenientes en el colector ubicado en Naciones Unidas y Brasil, lo que obligó a extender el bypass ya instalado para desviar el flujo cloacal hacia la calle Bolivia. El objetivo es mantener la red funcionando mientras se continúa con la reparación definitiva del conducto principal.

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Una de las manos de circulación sobre calle Naciones Unidas, permanecía cortada al tránsito durante este sábado.

Alejo Maimo

Si bien la instalación del bypass se realizó como medida de emergencia hace más de diez días, los vecinos denuncian que los derrames siguen ocurriendo y que los trabajos avanzan con lentitud. “Esto ya lleva semanas y cada vez está peor. El olor se mete en las casas y en los locales. Es un asco”, expresó un comerciante visiblemente molesto.

Desde ARSA aseguran que la extensión del bypass permitirá aliviar el sistema en el sector más afectado. Sin embargo, entre los frentistas persiste la desconfianza y la preocupación por la falta de certezas sobre cuándo finalizarán las obras. “Necesitamos una solución definitiva, no más parches”, reclamó otra vecina.

Desde la gerencia de la empresa confirmaron que esta semana entrante, comienzan los procesos de adjudicación para la obra final y definitiva sobre el sector. "Son obras complejas, la profundidad de las cañerías oscilan lo 4 metros de profundidad y se necesita depresión de las napas antes de comenzar", mencionó Argüello.