Mamá coraje: Pierde visión en cada embarazo y pese a los riesgos está por parir de nuevo
Le advirtieron que puede complicarse más pero "quiero ser mamá otra vez, las nenas son mi vida". Necesita unos lentes especiales urgente y armó una rifa. ¡Feliz día, madraza!
Sus hijas son "la luz de sus ojos" para Celia Ortiz. Una mamá coraje cipoleña que ante cada embarazo pierde visión, como le pasó con Mía -11 años- y Alma -2-. Sin embargo y pese a las serias advertencias de los profesionales, está de 8 meses y una tercera viene en camino. Por eso, en un día especial, optamos por contar y compartir su dura y emocionante historia.
Resulta que “cuando quedé embarazada de la primera nena noté que la vista se disminuyó” y allí se inició su drama que describiremos con el correr de la nota. A un mes de ser mamá por tercera vez, los médicos le advirtieron que puede perjudicarla y perder más visión aún “pero yo preferí seguir para adelante porque las nenas son todo para mí y se viene Ainara nomás...”, confiesa con alegría.
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Luego del parto tiene previsto un trasplante de córnea que le puede cambiar la vida o al menos mejorar notoriamente su visión pero mientras tanto necesita unos muy costosos lentes especial y para comprarlos (“hasta hace poco salían 800 mil pesos”) es que organizó una rifa.
Rodeada de sus amores y mateando con su pareja Matías en el dulce hogar del centro cipoleño, Celia recuerda el origen de su calvario.
“Tras aquel primer embarazo fui al oftalmólogo porque no veía igual que antes y me recetaron lentes de contactos comunes. Hasta ahí todo bien pero cuando quedé embarazada de la segunda nena empecé a rechazar lentes de contacto, mi cornea crece en punta ya que también tengo astigmatismo y miopía. Antes veía perfectamente”, recuerda a punto de salir con la familia a dar una vueltita.
“Así perdí casi el 80 % de la visión, en especial en uno de los ojos. Veo todo borroso. Empecé a ir al Hospital para ver que pasaba. Lo único que me puede salvar es un trasplante de cornea así que me anoté y hay que esperar que nazca la bebé. Primero me voy a operar el izquierdo y después el derecho”, explica esta sufrida muchacha con la fe intacta.
Pero el amor es más fuerte
Casi sin proponérselo, Celia se enteró que iba a ser mamá nuevamente (“ya estaba de cinco meses cuando nos dieron la grata noticia”). Pese a los dolores de cabeza que le trajeron los dos anteriores embarazos y el aviso de los médicos sobre las complicaciones a las que se expone, “yo preferí seguir, apostando la vida por más que pueda perder aún más visión”.
“Las nenas son mi vida. Vienen a la mañana a darme un beso y eso ya me alegra el día y me llena de energías. La más grande me ayudaba a cruzar la calle, me acompañaba, siempre me dieron la fuerza para seguir”, destaca esta madraza a sus peques.
“Me gusta llevarlas a la plaza, a la más grande le encanta ir a tomar tereré y a la más chica los juegos. Se me complica hacerles seguimiento una vez allí pero lo intento”, comenta esta genia.
Hay, claro, momentos de frustración y angustia. “A veces lloro porque me cuesta ir a ver a mi hija que actúa en el colegio. O capaz que están bailando en casa o viendo la tele y me piden atención y tengo que acercarme mucho para apreciarlas. Un tiempo no quería salir de mi casa porque directamente no veía. Ir sola al Hospital también me cuesta, por eso mi marido me acompaña”, revela en un pasaje emotivo.
Necesita la ayuda de todos
Mientras aguarda el trasplante como solución definitiva, Celia sabe que los lentes esclerales pueden mejorar su calidad de vida de manera provisoria. El problema radica en su elevado precio. Por eso, surgió la idea de la rifa.
“Estuve averiguando afuera del Hospital, porque ellos no lo tienen y me recorrí todo Cipo y Neuquén hasta que llegué a un centro que hacen lentes especiales. A mi medida de la córnea para que no se salga y todo eso. Los profesionales que me van a operar me dijeron que me los compre que me van a servir para el antes y el después. Ya tuve primera prueba, salí una hora a caminar con los lentes, veía muy bien. Ahora hay que vender muchas rifas para juntar la plata. Ofrecemos de premio alfajorcitos, tengo números todavía, sortea el 3 de noviembre”, asegura con una sonrisa.
Y se despide con un mensaje por el Día de la Madre: “Saludos para todas las mamás, que lo pasen muy lindo y disfruten, en especial mi mami Graciela y el recuerdo de mi abu Francisca que falleció pero siempre va a estar presente. Pasaron muchos años y la extraño más que nunca”.
Celia Ortiz, una madre ejemplar que se aferra a la vida. Siempre. ¡Feliz día!
CBU de Celia: 0000003100037489441314
Alias: celiaortiz
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