El clima en Cipolletti

icon
27° Temp
34% Hum
LMCipolletti Terminal

Lleva 40 años en la Terminal y cuenta todos los secretos de un punto crucial de Cipolletti: "Es mi vida"

Hilda Mora, la boletera que, ya jubilada, tuvo que reinventarse en la confitería: "A veces me dan ganas de subirme al micro e irme a pasear". Leyenda urbana.

Marzo de 1985. Con sus frescos 20 años Hilda Graciela Mora trabajaba en Cosmos TV de Carmelo Siracusa y un día “me enviaron a dejar una encomienda en la Terminal y justo necesitaban una empleada de mostrador…”.

Diciembre de 2025. Pasaron 40 años y, hoy con 60 y ya jubilada, esta amable vecina continúa en ese punto al que la gente arriba o se marcha de la ciudad, ya no como boletera donde se desempeñó la mayor parte de su extensa trayectoria sino en el rol de bufetera, atendiendo con su amabilidad a los pasajeros en la confitería.

Te puede interesar...

“La Terminal es mi vida y acá quiero terminar mi etapa laboral”, resume con emoción al compartir su historia y contar todos los secretos del puesto una de las caras conocidas de la ciudad, esa a la que por estos días ven e incluso saludan muchos vecinos que parten a pasar el Año Nuevo o sus vacaciones a distintos lugares del país.

Hilda Terminal (1)
Hilda confesó que al trabajar en la Terminal a veces le dan ganas de

Hilda confesó que al trabajar en la Terminal a veces le dan ganas de "irme de viaje cuando veo partir un micro".

“Lo loco es que me presenté en aquel momento porque soñaba o tenía la fantasía de que si trabajaba en la Terminal iba a viajar por todos lados. Pero después te das cuenta de que al contrario, en la época que viaja todo el mundo es cuando más se trabaja acá y vacaciones te las dan en otras fechas… Cada vez que veo partir un micro las ganas de irme a pasear siempre están pero amo lo que hago y me arreglo con las escapaditas”, asegura mientras prepara un café con leche con 2 medialunas.

Se crío en el barrio Tres Luces, donde justamente “recién tuvimos luz a mis 15 años, ya en la mitad del secundario. La iluminación antes era a través del farol y la vela, así estudiaba por las noches”, evoca con nostalgia.

También de su infancia cipoleña recuerda con simpatía que “jugábamos a la pelota, a la mancha, a la escondida, con toda la gente del barrio. Eso se perdió. Mi mamá Teresa Lara tuvo despensa, hasta el día de hoy la conserva. Tengo 4 hermanos -3 varones y 1 mujer-, mi viejita aún vive en el Tres Luces y mis hermanos se han casado y tienen sus respectivas familias. A la Escuela Colonia María Elvira caminábamos todos los días, eran 8 kilómetros…”.

Hilda Buffet

"Son días agotadores", confiesa Hilda sobre esta semana entre fiestas.

Hilda creció y transitó por momentos lindos y otros no tan agradables. “Me casé a los 22 ó 23 años, él era el hermano de una compañera de trabajo al que conocí yendo a visitarla. Me separé después de más de 10 años. Terminé de criarlas sola a mis tres hijas: Daniela -35-, que se casó, tiene 3 nenas y se puso hace poco una vinoteca; Gisella -32-, que desde los 15 ó 16 trabaja en la Terminal vendiendo boletos, y Nicole -22-, que estudió y ahora mientras está buscando trabajo se dedica a cuidar a las sobrinas. Y me falta citar a ese verdadero regalo de la vida: cinco hermosos nietos como Ramiro, Martina, Wendy, Sol y Alma. Qué más puedo pedir…”, celebra la mujer que dice conocerse todos los horarios de arribos y partidas de su segunda casa...

La fila de clientes es cada vez más larga pero a todos atienden con la misma cortesía y dedicación. Hasta que hace otra pausa y retoma el diálogo con LM Cipolletti.

Pese a que se jubiló hace dos meses, confiesa que “sigo trabajando porque la jubilación es poca, porque tengo ganas y me siento bien”. Aquella vez le regalaron un delantal con la inscripción “soy leyenda”. Sin dudas que Hilda es un verdadero símbolo de la Terminal.

Hilda Terminal (2)
Hilda, la histórica trabajadora de la Terminal.

Hilda, la histórica trabajadora de la Terminal.

“A los 17 terminé la escuela en el Belgrano, trabajé 3 años en Cosmos TV de Carmelo Siracusa, quien me mandó a dejar una encomienda a la terminal en la calle 9 de julio en ese momento y necesitaban empleada de mostrador para la parte de venta de boletos. Había varias empresas en el mismo lugar, una oficina grande, así que yo vendía de todas las empresas… Puntualmente estaba en Empresa Del Sur y Media Agua, boletería 10. Luego llegaron Pehuenche, Las Grutas -base San Antonio, recorrido línea Sur-, El Valle, Andesmar, las que iban a Chile… José era el jefe en el centro.”, rememora y una compañera joven sonríe tiernamente al oírla.

Hilda Terminal
En la boletería donde trabajó tantos años con pasión, compromiso y responsabilidad.

En la boletería donde trabajó tantos años con pasión, compromiso y responsabilidad.

“Actualmente estoy en la confitería de la terminal, atiendo, hacemos sándwich, milanesa de pollo para vender, cafetería, café cortado, con leche, submarino, capuchino, medialunas. Tengo excelentes compañeras (Ale, Daniela, Verónica y Cristina) y el día se pasa volando porque estás activa siempre, en cambio cuando era boletera trabajaba sola, en el cambio de turno veía a la compañera (“Virginia que falleció hace más de un año, a los 60”). Allí trabajaba de 6 a 14 o de 14 a 22 y cuando no había trabajo se hacía larga la jornada”, explica las diferencias entre un puesto y otro.

Alquiló por diferentes zonas pero hace casi 30 años se estableció en el barrio CGT, donde cumplió el sueño de la casa propia. La pandemia le jugó una mala pasada en términos laborales. Claro que con su empuje y espíritu de lucha esta guerrera supo reinventarse una vez más. “Cuando pasó el virus, no me llamaron más, yo era monotributista… Entonces en el buffet me enteré que se había accidentado una empleada, me presenté, hablé con Ariel Larañaga el dueño, le expliqué, me tomó a prueba y me quedé trabajando hasta el día de hoy. Agradecida, excelente persona también”, destaca. Su historia en la Terminal no se terminaba de ninguna manera…

Anécdotas y deseos de año nuevo

Entre las situaciones risueñas y alguna triste, comenta: “El otro día en el buffet una chica se pidió un tostado, pagó y nunca lo vino a buscar. Quizá se subió al micro y cuando se acordó ya era tarde… La gente anda en otra cosa, paga y se olvida, tengo que salir corriendo a los andenes muchas veces a llevar los pedidos de los desmemoriados -risas-”.

“En las boleterías vi muchas veces pasajeros perder el micro, una pena u otros que lo corrieron en taxi y lo alcanzaron. Cuando los veo todavía me acuerdo, capaz pasaron diez años y les digo a las chicas, ‘ese señor perdió el colectivo una vuelta”, repasa anécdotas.

Admite que en diciembre y enero “se trabaja mucho” y que para Navidad “fue un loquero, seguro que se repite ahora para Año Nuevo porque la gente siguió viajando todos estos días. Son jornadas bastante agotadoras”.

Hilda buffet (1)
Un momento de relax para la foto. Hilda, emblema de la Terminal de Cipolletti.

Un momento de relax para la foto. Hilda, emblema de la Terminal de Cipolletti.

A ella también le agarran ganas de subirse al colectivo e irse a disfrutar. “Y sí, eso pasa trabajando acá… Me gusta mucho en verano ir a Las Grutas, más que la cordillera. Igual tengo en claro que irme en esta época se complica, es cuando tenemos más ventas... Pero una escapadita siempre viene bien”, asegura y guiña el ojo.

La reconocen en toda la ciudad a partir de trabajar en un lugar tan público. “Conocí muchísima gente de todos los niveles. Voy a comprar al centro, al supermercado, gente que te mira, me saluda, me reconocen o me dicen ¿vos no sos la que trabaja en la Terminal? Y, la verdad, me pone muy contenta”, acepta con su dulzura habitual.

Por último, esta emblemática vecina deja un deseo de fin de año para todos los cipoleños. “Les deseo un feliz año nuevo a todos los que me conocen, a mis compañeras de trabajo, a mis hijos, a los clientes de la confitería, a las ex compañeras de las boleterías, a mi familia, hermanos, madre y padrastro, a mi jefe que aunque no se lo diga también lo quiero mucho porque me ayudo en la mala, a toda la ciudad de nuestro amado Cipolletti. Gran feliz año y ojalá el año que viene ojalá sea mejor. Para mí este fue bueno, me jubilé en 2025 y espero un gran 2026”.

La Terminal era su destino eterno y final. ¡Felicidades Hilda! ¡Sos Leyenda!

Hilda Terminal (3)
Hilda, una leyenda de un punto clave de la ciudad de Cipolletti.

Hilda, una leyenda de un punto clave de la ciudad de Cipolletti.

Leé más

Noticias relacionadas

Dejá tu comentario