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La carne no bajó de precio en Cipolletti, solo ha dejado de subir

Los distintos cortes de carne venían subiendo con cierta regularidad hasta hace unos días en que se esperaba un nuevo aumento, pero no ocurrió.

Al contrario que en otros lugares del país, en Cipolletti no ha bajado, hasta ahora, el precio de la carne, en particular, de cortes como el asado. Lo que sí ha ocurrido recientemente es que no han venido nuevos aumentos. Por ello, en las carnicerías esperan que, si no bajan, al menos se mantengan estables los valores.

Los propietarios de carnicerías de la ciudad se abastecen con carne de proveedores que la transportan, cruzando la barrera sanitaria, desde provincias como La Pampa, Santa Fe y Córdoba, en el caso de la carne sin hueso, y desde el Valle Medio de la provincia, en lo relativo a la carne con hueso.

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Con cierta regularidad y desde hace tiempo, el precio de la mercadería venía con aumentos que oscilaban la mayor parte de las veces entre 200 y 300 pesos por cada kilo de la media res. Estas subas ocurrían con una periodicidad de unos 10 ó 15 días y eran las más habituales y de menores montos. En el caso de los incrementos mayores, por ejemplo, de entre unos 350 a 500 pesos, la periodicidad solía girar en torno a los 45 días.

Los precios, planchados por ahora

Así las cosas, los carniceros aguardaban una elevación de los precios la semana pasada, pero no aconteció. Y, por la información que circula en el rubro, en los próximos días no se registrarán nuevos valores.

Sin embargo, no se conoce, a ciencia cierta, cuánto puede perdurar la estabilidad en los montos. Sea como sea, el equilibrio que se está dando es muy bienvenido en las carnicerías, para que no se siga desplomando el consumo de carne que, como en toda la Argentina, ha experimentado un descenso enorme en los últimos tiempos.

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La carne hasta hace poco sufría aumentos con cierta periodicidad. Últimamente, los incrementos parecen haberse estabilizados. No suben ni bajan, pero no se sabe por cuánto tiempo más.

La carne hasta hace poco sufría aumentos con cierta periodicidad. Últimamente, los incrementos parecen haberse estabilizados. No suben ni bajan, pero no se sabe por cuánto tiempo más.

Mejor todavía que la estabilización sería que se comience a experimentar una baja de los precios, pero esto aún no se vislumbra en el medio local. Sería lo ideal, en un contexto económico tan difícil como el actual. Pero no ha sido así, pese a lo ocurrido en algunos lugares del país.

El titular de la Cámara de Industria y Comercio, José Luis Bunter, manifestó que hay gran expectativa en cuanto a la posibilidad de que los precios, al menos, se queden en los niveles que están ahora, sin alteraciones, si no se registraran bajas en los montos. Beneficiaría mucho a los comerciantes del sector.

Con hueso o sin hueso, el asado sigue caro

Expresó que, en la actualidad, en Cipolletti, el precio del kilo de asado con hueso oscila entre unos 9.500 pesos, cuando se paga al contado con descuento, y unos $13.000, cuando se utiliza tarjeta de crédito. En el caso del kilo de asado deshuesado, los montos de las ofertas más económicas y con descuento pueden ubicar el precio en torno a los $8.000, en tanto que, en la otra punta, con tarjeta puede rondar los $11.000. Entre los extremos, el precio del kilo puede variar considerablemente, de acuerdo a diversos parámetros.

En estos días, un medio porteño precisó que en los mostradores de las carnicerías los consumidores pueden encontrarse con precios por el kilo de asado, por ejemplo, de $6.499, de vacío $7.699, de matambre $6.999 y de chorizos por $5.999. Por la tapa de asado, el kilo se consigue $6.499 y de falda en tira $4.999. Las diferencias son muy marcadas en relación a los precios locales y regionales, mucho más elevados.

De acuerdo con el Indec, entre los minoristas de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires el monto promedio que se cobró en julio pasado por el kilo de asado rondó los 6.648 pesos.

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Hasta el último pedazo de carne debe ser aprovechado al máximo. Solo las manos expertas pueden evitar que se pierdan valiosos gramos cuando se utiliza el cuchillo. Están en juego ingresos en pesos que no se pueden desperdiciar. Cada billetito vale.

Hasta el último pedazo de carne debe ser aprovechado al máximo. Solo las manos expertas pueden evitar que se pierdan valiosos gramos cuando se utiliza el cuchillo. Están en juego ingresos en pesos que no se pueden desperdiciar. Cada billetito vale.

El titular de la CIC, que se dedica en lo personal al rubro cárnico, sostuvo que durante el año el precio de la carne en la ciudad no ha dejado de aumentar en ningún momento, salvo en la actualidad, en un paréntesis que ojalá se mantenga estable lo más que se pueda. Señaló que los aumentos no solamente provocan una retracción en el consumo, sino que causan, entre otros inconvenientes, una marcada "preocupación" a la hora de la debida manipulación de la carne.

En las carnicerías, cortar mal con el cuchillo puede hacer que se pierdan ingresos significativos. Por ejemplo, si se pierden por falta de pericia o por error 100 gramos de carne de un corte caro, puede pasar que se pierdan $1.000, según la venta que se esté llevando a cabo. De allí, que haya que "cortar como con un bisturí" y ser lo más cuidadoso posible.

A todo esto, vale consignar que hay consultores a nivel nacional que están vaticinando que en las próximas semanas la carne en general podría experimentar una suba de un 6 por ciento, por influencia de la estacionalidad ya que se acercan la primavera y el verano. Y con ellos, el momento de las fiestas de fin de año.

Bunter, por otro lado, destacó que se está observando "un cambio de hábito" en el consumo de la población, ya que en la actualidad "la gente lo que busca más son precios" acordes a sus ingresos que "calidad" en relación con el corte de carne que procura adquirir. Además, se están dando mucho las compras colectivas en las que los participantes utilizan distintos medios de pago. Así, unos pueden pagar en efectivo, otros con débito, alguno con tarjeta de crédito y otros con transferencias del tipo Mercado Pago.

Hígado y carne picada, muy requeridos

También hay clientes muchos clientes que se vuelcan siempre por la carne picada y están los que privilegian comprar hígado, en ambos casos por costar menos y ser buenos alimentos. Igualmente, se está viendo con frecuencia que la gente compre chorizos criollos o comunes, o sea, los más baratos, pero no para hacerlos a la parrilla sino para prepararlos en guisos junto con papas, arroz y distintas verduras de precios asequibles.

En lo concerniente al hígado, refirió que su disponibilidad está limitada por cuanto los proveedores en su mayoría vienen de las provincias ubicadas al norte de la Patagonia y en oportunidades solo se consigue precocido. El hígado de vacunos de la zona no suele venderse por presentar con frecuencia el parásito comúnmente llamado saguaipé o fasciola hepática, lo que obliga a su decomiso cuando se lo detecta.

Por otro lado, hay personas que se compran uno o un par de bifes solamente y los cocinan enteros o cortados en pedazos menores con bastante cebollas como para darle más potencia nutricional a la escasez.

Chorizos, morcillas, chinchulines, cerdo y olla

En general, la venta de charcutería ha caído, como el conjunto de los principales productos que ofrecen las carnicerías. En particular, los chorizos, morcillas y chinchulines de mejor elaboración se están comercializando menos. Los chorizos más baratos, como ya se mencionó, tienen más salida, para hacerlos a la olla.

El referente agregó que la carne de cerdo podría convertirse en una alternativa a la carne vacuna, pero, lamentablemente, la demanda es mucho mayor que la oferta y lo que está en mostrador se vende muy rápido. Puntualizó que la producción porcina destinada al mercado interno debe seguir creciendo.

En Cipolletti y la región, es muy frecuente encontrar el parásito de la triquinosis en los cerdos criados en condiciones no bien controladas, en chiqueros repartidos sobre todo en sectores rurales de la periferia. Por tal motivo, siempre hay que cuidar que la carne de cerdo provenga de criaderos reconocidos y certificados.

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