Generosidad y previsión harán posible entregar 1.000 kits escolares

Mejor ser previsor. Y más en un país, como el nuestro, que frecuentemente está sometido a vaivenes económicos pronunciados. Así lo entendieron en la asociación Grupo de Ayuda Juventud Unida, que la vieron venir y a mediados del año pasado, con los recursos que disponían, compraron la mayor cantidad posible de útiles escolares para entregarlos en el ciclo lectivo 2024.

Su acción previsora les permitió adquirir la cantidad de artículos suficiente para armar 1.000 kits, que ya empezaron a entregar a niños y niñas de barrios populares y de la periferia. Lo único que no pudieron comprar fueron cuadernos, caros entonces y muchísimo más caros ahora. Por eso, es el único implemento básico que no se ha podido incluir en los kits.

Sin embargo, los escolares se verán beneficiados con una mochila, un set con una regla larga, una regla escuadra y un transportador, una goma blanca y otra azul y roja, una lapicera azul, lápices y lapiceras de colores, resaltadores de colores, un set con una paleta de acuarela de doce colores y un pincel, un cintex y una cartuchera.

Ayer, el referente de GAJU, Gonzalo Rivas, indicó que los primeros kits ya han sido entregados en los barrios 2 de Febrero y 10 de Febrero y, después, se seguirá, en lo inmediato, con el reparto en el barrio 2 de Agosto y en la Isla Jordán. Luego, se hará lo propio en Tres Luces y Ferri. Los kits que queden disponibles, cumplido el itinerario programado, serán llevados a familias de otros barrios populares de la ciudad.

En la entidad, el ser previsores les ha permitido, en otros momentos, cumplir con distintas metas que se han propuesto. Así, para las fiestas del fin de año pasado, también compraron con anticipación, varios meses antes, productos de celebración tradicionales con los que prepararon 600 cajas navideñas.

Los vecinos de condición humilde que recibieron la ayuda solidaria pudieron disfrutar así, afortunadamente, de una sidra, un pan dulce, un budín y garrapiñadas, lo indispensable para un merecido brindis.

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Rivas manifestó que la situación económica y social en las barriadas cipoleñas se deteriora cada vez más, ya que lo poco que ganan los laburantes no alcanza para mucho, por los elevados precios de los alimentos y otros productos básicos. Además, las posibilidades de hacer changas se van reduciendo, en especial, en la construcción, ya que la gente de mayores ingresos está limitando sus gastos por lo caro que cuestan el cemento, el hierro y demás materiales para las tareas de albañilería.

Los integrantes de Gaju procuran estar siempre preparados, ante cualquier circunstancia. Por ello, mantienen un banco de alimentos para dar una mano a quienes la están pasando peor. Con la mercadería, arman módulos con productos básicos como fideos, polenta, puré de tomate, leche, harina, azúcar, aceite y yerba mate.

A todo esto, en la entidad definirán muy pronto las principales actividades que se llevarán a cabo a partir de marzo y a lo largo del año. Por ahora, ya tienen decidido realizar talleres de apoyo educativo para los niveles primario y secundario. También trabajan para la alternativa de abrir uno o más merenderos y ya han resuelto realizar su primer bingo solidario del año en el mes de mayo.