Escuela 338: A una semana de clases, la infraestructura sigue en crisis

A solo una semana del inicio del ciclo lectivo, la situación en la Escuela Primaria 338 de Cipolletti es alarmante. Pese a los pedidos reiterados por parte de las autoridades del establecimiento, las respuestas han sido escasas e insuficientes. Hasta ahora, apenas se logró reponer un inodoro y cuatro mochilas de agua, mientras que los problemas estructurales que afectan a más de 500 alumnos siguen sin resolverse.

La directora del establecimiento, Graciela Paniagua, expresó su profunda preocupación en diálogo con LM Cipolletti. “La Coordinadora me llamó, pero ella dice que la empresa no tiene personal suficiente”, comentó con evidente indignación. Según Paniagua, los reiterados reclamos enviados al Consejo Escolar no han tenido el impacto esperado: “Por mail solo te responden recibido, pero las soluciones no llegan”.

Un edificio que "se cae a pedazos"

La infraestructura de la institución presenta fallas graves que dificultan el normal desarrollo de las actividades escolares. Las puertas antipánico, la iluminación deficiente y el cerco perimetral en mal estado son solo algunos de los problemas sin resolver. La situación es tan crítica que los propios docentes tuvieron que organizar una rifa solidaria para reparar algunas puertas por cuenta propia.

En acceso exclusivo que tuvo este medio al informe de pedidos del establecimiento, elevado al Consejo Provincial de Educación, da cuenta de la situación que vienen reclamando desde el 29 de octubre de 2024.

“Sistema eléctrico: Tomacorrientes en aulas en estado deficiente. Ampliaciones eléctricas con cables a la vista y sin estar recubiertos por caños para electricidad. Luminarias exteriores sin funcionar o rotas. En un aula la iluminación no es suficiente. Todo el circuito eléctrico está por dentro de la pared y hay tomacorrientes y llaves de luz de 32 años. Pilar de luz expuesto y sin protección. Cuando llueve, las filtraciones del techo caen por la luminaria de las aulas, lo que nos impide dar clases normalmente en ellas. Se tienen que reorganizar los espacios, por precaución. Si las filtraciones son muchas, se corta la electricidad del sector completo. No contamos con luces de emergencia”, detallan.

La intervención gremial que no fue suficiente

Desde el gremio UNTER, que en las últimas semanas visitó varios establecimientos educativos de la provincia, también se acercaron a la Escuela 338. Sin embargo, según comentó Paniagua, no se realizó ninguna publicación o acción concreta que visibilizara la situación crítica del establecimiento.

Mientras tanto, los alumnos y el personal docente deben enfrentar las consecuencias de una infraestructura en decadencia. La directora señaló que, aunque se reemplazó un inodoro y cuatro mochilas de agua, el sistema sigue siendo precario: “Siguen tirando de una soga para que baje el agua y, aun así, se sigue cortando”.

Un comienzo incierto para 500 alumnos

El inicio de clases se acerca y la incertidumbre crece entre las familias. En el corazón del barrio 1200, más de 500 estudiantes comenzarán el ciclo lectivo en un edificio que no cumple con las condiciones mínimas de seguridad e higiene. Las autoridades del establecimiento continúan elevando los reclamos, pero la respuesta por parte del Consejo sigue siendo insuficiente.

La falta de acción pone en evidencia una situación crítica que trasciende a esta institución en particular y refleja un problema estructural en el sistema educativo provincial. La comunidad educativa de la Escuela 338 pide, con urgencia, soluciones concretas para garantizar un entorno digno y seguro para el aprendizaje.