Demolieron el conventillo que funcionaba como aguantadero

La Justicia ordenó el desalojo y la posterior demolición de un inquilinato que funcionaba sin habilitación y delincuentes cipoleños utilizaban como aguantadero. En diferentes allanamientos se secuestraron elementos robados y restos de la quema de cables sustraídos.

“Logramos demoler un aguantadero, un refugio de delincuentes en el que se encontró una innumerable cantidad de elementos robados”, destacó el intendente Rodrigo Buteler, quien destacó que el acompañamiento de la Provincia, la Policía y la Justicia al operativo impulsado por el Ejecutivo.

El predio desalojado se ubica en Perito Moreno al 100 allanado en múltiples ocasiones a raíz de denuncias de los vecinos. La Justicia ordenó la demolición y se montó un gran operativo para el desalojo previo, que en un principio avanzó sin mayores incidentes, aunque cuando ya casi no quedaba nadie se complicó. A primera hora, hubo un hombre demorado por cruzarse con policías.

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Cuando la mayoría de los inquilinos se había ido y se habían retirado los perros del lugar, se produjo un incendio -presuntamente intencional- y fue convocada una cuadrilla de Bomberos.

Según confiaron fuentes policiales “dos mujeres que llegaron al final, pidieron fuego para un cigarrillo, entraron hasta el fondo y se fueron corriendo”. Poco después se vio la columna de humo y las llamas, que fueron controladas sin complicaciones para permitir el ingreso de las máquinas del Municipio.

“Ese lugar ahora volverá a ser un espacio de paz para los vecinos, que le devolveremos a los legítimos dueños. Tenemos un compromiso con la seguridad de los cipoleños. Sabemos que falta mucho todavía, pero vamos a seguir trabajando”, manifestó el intendente Rorigo Buteler.

Los vecinos del barrio Arévalo afirmaron que el lugar “era un descontrol, un telo trucho y lugar de mala junta”.

Desde el Municipio, en tanto, confirmaron que se prestó colaboración al operativo con máquinas para la demolición y se enviaron referentes de distintas áreas. Personal de Zoonosis se hizo cargo de una docena de perros que viven en el lugar y personal de la secretaría de Desarrollo Humano asistió a los inquilinos del lugar que no tenían donde ir.