Cierre de comercios: advierten aumento de locales que bajan persianas

En el sector comercial cipoleño, se está observando un crecimiento del cierre de comercios, en forma permanente o para esperar mejores tiempos y volver a abrir. El aumento en los valores de los costos fijos, como los alquileres y los servicios básicos, y la caída de las ventas por la falta de poder adquisitivo de los salarios, son algunos de los factores de una situación que empieza a ser inquietante.

A todo esto, a las dificultades emergentes hay que sumar las propias de la estación veraniega, en la cual la gente que puede aprovecha para irse de vacaciones, gastando así buena parte de sus ahorros.

Por otro lado, muchos vecinos, en particular, los asalariados que cobran poco, se gastaron todo lo que tenían, incluso haciendo un uso intensivo de las tarjetas de crédito, para adquirir alimentos y pasar las fiestas de fin de año lo mejor posible. La venta de alimentos fue el único rubro mercantil que no se desplomó en diciembre.

En consecuencia, no es el mejor momento para la actividad comercial, todo lo contrario. José Luis Bunter, titular de la Cámara de Industria y Comercio, se refirió al problema y señaló que está aumentando la cantidad de comerciantes que comunican que van a bajar las persianas definitivamente o de manera pasajera.

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Como el gobierno nacional ha anticipado que los más graves problemas inflacionarios y de reacomodamiento de la economía se extenderán por seis meses, la esperanza está puesta en capear el temporal y subsistir como sea posible hasta que llegue el momento de las mejoras prometidas.

Mientras, la realidad “es muy difícil” y se espera que los inconvenientes se agudicen en lo que resta de enero y durante todo febrero, con moderadas expectativas de una cierta mejora para marzo, por el término de la temporada de vacaciones y el regreso a las aulas. De todos modos, si la inflación sigue escalando y no se recomponen los ingresos de los trabajadores, marzo marcará una prueba compleja para las esperanzas.

Ventas en 2023 terminaron mal

En Cipolletti y el conjunto de Río Negro, el año pasado terminó con una caída de las ventas muy pronunciada. Los datos recabados por la Cámara de Industria y Comercio marcan que la baja fue de un 5,8 por ciento, en tanto que en todo 2023 sumó un desplome de cerca del 18%. Los números son más elevados que el promedio nacional. Así, los resultados en los mismos ítems fueron de un 3,4% y de 13,7%, respectivamente. Las diferencias se explican por los mayores precios de los productos que se consumen en la Patagonia.