Cipoleños de luto: el Chipi murió tras ser atropellado en la Ruta 151
Un auto lo embistió en la Ruta 151. Lo operaron pero no aguantó.
La ciudad de Cipolletti llora a uno de sus vecinos más queridos. Ayer partió, con 51 años, Samuel Facundo Quiroga, popularmente conocido como el Chipi.
El cipoleño había sido atropellado en la Ruta 151 el sábado por la tarde. Fue trasladado de urgencia al hospital Pedro Moguillansky, donde lo intervinieron quirúrgicamente, pero no logró resistir y finalmente se despidió.
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El desconsuelo popular se expresó a través de las redes sociales instantáneamente, pero se pudo percibir también en las calles cipoleñas, que ayer estuvieron más grises y tristes que nunca. Un día de luto, así se vivió el domingo en la ciudad.
El director del hospital, Carlos Lasry, confirmó la triste noticia ayer e informó que falleció por politraumatismo a las 10:45. El trágico incidente vial había ocurrido a las 19:09 del sábado, frente al puesto policial La Llanada.
Por su parte, la jefa de la Regional Quinta de la Policía de Río Negro, Adriana Fabi, informó que el Chipi fue embestido por un Ford Fiesta Kinetic de color blanco, conducido por un hombre de 53 años, oriundo de Centenario, que iba acompañado de su esposa y sus dos hijos menores de edad.
Chipi quedó malherido en el lugar, con una fractura expuesta de tibia en la pierna izquierda. También tenía quebraduras en diferentes partes del cuerpo y, según trascendió, sufrió al menos un paro cardíaco mientras estuvo internado en terapia intensiva. Fue operado de urgencia pero no sobrevivió.
La trágica noticia comenzó a correr como reguero de pólvora por la ciudad y la tristeza se fue adueñando de todos. Es que saber que el Chipi no va a caminar más por las calles cipoleñas es un motivo de pena, porque ayer no solamente se perdió a un vecino, sino que se perdió parte de la ciudad.
Este -para muchos- pintoresco caminante, de más de 1,90 metros de altura, pasó ayer a la inmortalidad, convirtiéndose en parte de la identidad popular de los cipoleños. Por eso la sala velatoria por momentos desbordó de gente. El pueblo se acercó para a despedirlo, para dejarle un pucho, aquel que alguna vez le negó.
Al cierre de esta edición, en la sala velatoria de Ocaso todavía se escuchaban, unas tras otras, las anécdotas del Chipi. Muchas verídicas, algunas exageradas, otras incomprobables, todas cipoleñas.
A las 10:45 de ayer la ciudad comenzó a llorar a uno de sus vecinos ilustres. Partió Samuel Facundo Quiroga, al que todos llamaban el Chipi.
Todos los barrios presentes en el último adiós
La triste noticia de la partida del Chipi conmovió a vecinos de todos los barrios de la ciudad, que por la tarde se acercaron a la sala velatoria de Ocaso.
Las redes sociales fueron también los lugares que muchos cipoleños eligieron para despedir a este icónico vecino. “Murió el Chipi, momento totalmente triste para Cipolletti”, dijo Nicolás; “Un día totalmente gris en Cipolletti. Hasta siempre, Chipi”, señaló Juan Ignacio; “Buen viaje, Chipi! Personaje entrañable en nuestra querida #Cipolletti. Descansa en paz”, le dijo Santiago; “Hasta siempre, Chipi. Vamos a extrañar verte por las calles de Cipolletti”, agregó Sol.
El evento se convirtió en un verdadero encuentro popular, con familias que llegaron desde distintos puntos de la ciudad.
Sus restos iban a ser velados hasta la medianoche y muchos hacían vigilia para darle el último adiós, mientras relataban alguna anécdota.
Ver al Chipi caminando siempre les generó a los cipoleños una hermosa sensación de sentirse en casa. Por eso ayer la ciudad se ahogó en un llanto común, porque le mutilaron una parte fundamental de su existencia, y duele. Hasta siempre, Chipi, los cipoleños te despiden y ya te extrañan.
Inmortalizado en las paredes y en la memoria popular
La postal del Chipi caminando por las calles cipoleñas se volvió tan cotidiana y representativa para los habitantes de la ciudad, que el artista Martín Santarelli, hace ya unos años, decidió hacerla mural.
Así, el joven diseñador gráfico plasmó en varias paredes una idea que venía masticando hace tiempo. Al terminar las primeras tres obras recordó que muchas noches regresaba a su casa “caminando, fumándome un pucho, con la mirada perdida. Y ahí hubo algo de identificación, me sentía un poco como el Chipi”.
Son tres los murales del Chipi en los paredones cipoleños, aunque uno de ellos ya fue tapado. El primero aún permanece impoluto, sobre calle Tres Arroyos, frente al Centro Cultural Municipal. El segundo, el de 25 de Mayo entre San Martín y Roca, es el que ya está tapado, mientras que el más nuevo está en calle Brentana, a pocos metros del cruce con Yrigoyen.
“Chau, Chipi, aplanador de calles y veredas”. Rodolfo “Quique” Chavez Cipoleño
“Grandote, flaquísimo, encorvado. Pucho, boina y mucho Cipo. El ‘Chipi’ Samuel Facundo Quiroga tiene ganados paredones y paredes. Aplanador de calles y veredas, su imagen, icónica ya, está en el top del arte callejero. Cosa buena esta del arte. Desde hace algunas horas, el Chipi en fuga -partido por un auto- desparrama una infinita estela de melancolía y pena entre vecinos que -en algunos casos- nunca terminaron de verlo. Dan ganas de prender un pucho y estirar la mano: chau, Chipi, andá tranquilo. Nos vemos en la 25 de Mayo, allá en Tres Arroyos o en los galpones de Toschi, donde estaba tu casa. Ahí vas a seguir viviendo”.
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