Advierten que la pleamar pudo haber esparcido residuos tóxicos en la ría SAO

La fundación Inalafquen advirtió que la pleamar extraordinaria que se produjo durante el fin de semana en la costa rionegrina pudo haber esparcido en la ría de San Antonio Oeste residuos de fundición de plomo y otros metales pesados que poseen alta toxicidad y afectan gravemente la salud de las personas –sobre todo a los niños- y al medio natural.

La institución ambientalista, que desde hace años reclama la remediación de los terrenos contaminados que dejó la desaparecida empresa de fundición Geotécnica, adjudicó responsabilidades al municipio sanatoniense por haber intervenido un sector de la costa por donde se filtró el agua de mar.

“Hace un año comentábamos la pésima decisión del municipio de destruir la vegetación del intermareal y modificar los niveles detrás del Barrio Magisterio y en inmediaciones del autódromo. Con una marea grande y viento sur, hoy (por el sábado) el agua prácticamente ha llegado a la pila de desechos de elevada concentración de plomo y otros metales pesados, favoreciendo su dispersión”, advirtieron desde la fundación en un posteo por Facebook, al que acompañaron con un video que difundió un vecino.

Resaltaron que “Estas acciones han agravado la situación del lugar y complejizarán aún más la remediación”.

Inalafquen ya había cuestionado polémicas medidas tomadas desde el área de Servicios Públicos del gobierno del intendente Adrián Casadei, como cuando imprevistamente extrajeron residuos de ese sector y lo utilizaron para rellenar un terraplén que conduce al balneario Punta Verde, donde miles de vecinos y visitantes disfrutan del verano.

Remediación contaminada

Geotécnica procesó el plomo que extraían de mina Gonzalito, cerca de Sierra Grande, desde 1960 hasta principios de los 80. Tenía su planta en el acceso a San Antonio, y los desechos los acopió en distintos sectores de la localidad, a lo que los lugareños le llamaron “pilas”. El de mayor volumen estaba en el cruce de la ruta que lleva a Las Grutas, donde estaba la Estanciera.

Tras años de lucha de la Multisectorial y con injerencia judicial que no tuvo la efectividad deseada, en 2015 se inició el proceso de saneamiento de los terrenos contaminados.

La Secretaría de Minería de la Nación, el organismo que tiene a cargo la solución del grave problema, licitó los trabajos con una inversión de 35 millones de pesos, con recursos obtenidos de un préstamo del BID.

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Entonces y tras un arduo debate se resolvió construir una celda en Mancha Blanca, un paraje situado a unos 50 kilómetros de la localidad, donde transportaron la escoria tóxica. Entre medio la empresa adjudicataria de la obra –EWS- fue desplazada por incumplimientos. En su lugar ingresó la empresa Taym, que continuó los trabajos.

Sin embargo, e insólitamente, detectaron que la celda construida no tuvo la amplitud necesaria –quedó chica- y parte del material no tuvo lugar en ella.

Por eso aún la remediación no está finalizada y los riesgos a la salud siguen latentes. Falta retirar los restos aledaños a la ría en el sector conocido como “el autódromo” (porque allí había un circuito de carreras), que son los quedan expuestos ante las marejadas por la intervención municipal, como también los terrenos aledaños a donde estaba la fábrica.

Inalafquen siempre marcó las irregularidades y la desidia de las autoridades, y lo expresa públicamente y en la causa judicial por el amparo para que se finalice la remediación que se tramita en el Juzgado Federal de Viedma.

Recientemente se conoció una queja de la Fundación debido a que el abogado representante de la Secretaría de Minería de la Nación solicitó al Juez que “arbitre los medios necesarios a los fines que se encomiende el cese de las publicaciones en las redes sociales y/o plataformas o sitios web (…)” y que “disponga la reserva de las actuaciones y se conmine a la actora a los fines que se abstenga de publicar información hasta tanto adquiera carácter de público”.