Un grupo de jóvenes mantiene vivo el recuerdo del Bar Cipolletti
Alquilaron el local y volverán a inaugurar este sábado a las 20 con el nombre Bar 1946, manteniendo la esencia de su historia y con el acompañamiento de su último dueño, Juan José Rolando.
En diciembre de 2019, el emblemático Bar Cipolletti cerró sus puertas tras 73 años en actividad y -si bien muchos creyeron que con él se iba también parte de la ciudad- una pareja de jóvenes cipoleños se encargó de que eso no sucediera. Es que, junto al equipo de Estudio Abitacolo, decidieron volver a abrir las puertas del local, manteniendo su esencia, recordando en cada rincón la historia de la ciudad y en un mural, a la familia que lo hizo todo posible: los Rolando.
Es innegable. La noticia del cierre generó mucha tristeza entre los vecinos y algunos, al ver las reformas que se estaban llevando a cabo en el edificio, se mostraron molestos. Es que no sabían que no iba a abrir un bar totalmente diferente, sino uno que le iba a hacer justicia a lo que una vez fue y muchos no estaban listos para dejar ir. No sabían que el Bar Cipolletti iba a convertirse en Bar 1946, nombre que hace honor al año en que fue fundado y busca transformarse, una vez más, en ese espacio que todos puedan sentir como propio.
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David Dana, de 33 años, y Ximena Blanco, de 29, son los misteriosos inversores de quienes mucho se habló antes de que se desatará la pandemia de Covid-19 y cuando aún se estaban vendiendo algunos de los muebles que formaron parte del ambiente por varios años, como las mesas de pool. Lo cierto es que ahora, con un poco más de calma, la pareja pudo hacer de su proyecto una realidad y volverán a abrir la puertas del bar este sábado 12 de diciembre a partir de las 20.
Cabe destacar que durante todo el proceso contaron con el apoyo y la opinión de su último e inolvidable dueño, Juan José Rolando, y el exhaustivo trabajo de la arquitecta Agustina Niembro y la diseñadora de interiores Camila Pomiès, del Estudio Abitacolo, cuyos últimos trabajos incluyeron obras tales como la creación de los nuevos vestuarios para el Club Cipolletti.
Bar 1946: el primer paso hacia una nueva etapa
En diálogo con LM Cipolletti, David contó que conocían a Juan, el propietario, desde hace mucho tiempo y que cuando se enteraron que quería cerrar decidieron comunicarse con él de manera inmediata. Fue una mezcla de tristeza, pero mucha emoción, lo que lo llevó -junto a Ximena- a tomar la decisión de alquilar el local y evitar que perdiera todo su legado.
"Este fue un sueño que siempre tuvimos desde chicos, hay una historia larga detrás. Es el lugar de nuestros abuelos y de nuestro viejos. Cuando le pusieron fecha al cierre muchas empresas empezaron a mostrar interés, la mayoría eran grandes cadenas de electrodoméstico, y no queríamos que toda su historia desapareciera. Al segundo día la llamé a Agustina, con quien ya habíamos trabajado anteriormente. Ella se emocionó y así arrancó todo. En el camino nos fuimos encontrando con personas muy lindas que nos ayudaron un montón", destacó el cipoleño.
Para enero de 2020, la pareja ya había cerrado el contrato de alquiler y en febrero comenzaron con las primeras reformas. Sin embargo, en marzo se declaró la pandemia de Covid-19 y, con ella, la cuarentena obligatoria en todo el país. Si bien fueron varios meses de inactividad y de dejar su sueño en suspenso, hoy el equipo ya está ultimando detalles para poder abrir las puertas de Bar 1946 el sábado por la noche.
"Desde el primer momento buscamos que el bar tuviera la historia de Cipolletti, que los vecinos pudieran identificarse. Nosotros tenemos el sentimiento de que esto no es nuestro, sino de todos. Por su parte, Juan, desde el primer momento que vinimos a hablar con él, nos apoyo y estuvo presente acá. Fue parte de todo. La semana pasada vino a visitarnos y cuando entró se emocionó, todos queríamos llorar con él. Está muy feliz", agregó.
El diseño y un mural para la historia
Por su parte, la arquitecta Agustina Niembro y la diseñadora de interiores Camila Pomiès fueron las encargadas de darle un nuevo concepto al bar, pero sin perder su esencia ni su historia. Para ellas no fue una tarea complicada porque, al ser cipoleñas de nacimiento, sabían exactamente lo que querían hacer y cómo ambientarlo para que continuara siendo ese rinconcito de la ciudad del que todos se sintieran orgullosos.
En este sentido, Agustina comentó que conservaron muchos de los muebles que ya estaban cuando aún era el Bar Cipolletti y que las luminarias las restauraron para poder seguir usándolas, aunque agregaron nuevos toques para modernizarlo y atraer a un público mucho más variado, sin importar edad ni género.
Además, remarcó que adentro del local colocaron un increíble mural que muestra, paso a paso, los momentos más importantes de la historia de Cipolletti. Y no solo eso, sino que también retrataron a Juan José Rolando, a su padre Anselmo Rolando y a su abuelo. "Se los ve de espalda, como si se estuvieran por ir, pero aún están presentes", expresó.
Sin embargo, quienes deseen conocer el mural, que fue creado por el artista colombiano Andrés Polan, deberán esperar hasta la inauguración. De lo que no hay dudas es que será una experiencia increíble para todos los vecinos de la localidad que podrán encontrar en Bar 1946 ese pedacito de historia, felicidad y sentido de pertenencia que -por un tiempo- parecía que iba a desaparecer.
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