Tomas de las vías de Ferri: con poca agua y casi sin luz

En las tomas de las vías de Ferri, se han agudizado en estos días de extremo calor los problemas con el suministro de agua y la electricidad y también los derivados de la contaminación de un canal de riego y de otro de desagüe cuyos cauces pasan por las inmediaciones. Además, la realidad se ha complicado en el extenso asentamiento puesto que en los últimos meses se han radicado más familias en la zona norte, con lo que la población no para de crecer y, con ello, las necesidades de los habitantes.

La poca agua disponible la aporta un camión municipal que recorre el lugar dos veces por semana, los martes y viernes, pero ocurre que, con cada tanto, el vehículo se echa a perder y con una jornada que no se haga presente los pobladores la pasan mal. Y en esta época, verdaderamente mal, por las alta temperaturas reinantes.

Todo se agrava porque son pocos los hogares en que se dispone de un tanque de agua para hacer gran acopio del líquido. Muchos pobladores solamente cuentan con uno o dos bidones de 200 litros cada uno y se ven muy complicados para satisfacer todas sus necesidades.

Algunas familias, han concretado perforaciones y con bombas extraen agua de las profundidades. Sin embargo, el líquido tiene gran concentración de arena y tierra y no es útil para beberla. Solo sirve para regar y algo, apenas, para cuestiones relativas a la limpieza de las viviendas.

La referente social Mónica Genen manifestó este domingo que las dificultades con la provisión están afectando con total crudeza a las nuevas familias que se han radicado, puesto que no cuentan con la asistencia municipal y deben ir a lugares de las inmediaciones a cargar bidones para subsistir. El viejo reclamo de una canilla comunitaria sigue sin tener eco alguno.

A los inconvenientes en la provisión del agua y la electricidad, por la precaria red del sector, se suman los derivados de la contaminación, incluidas heces humanas, de un canal de riego que transcurre cerca de los hogares, y con la pudrición maloliente que provoca un canal de desagüe que también se extiende por los alrededores.

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Los focos alumbran como fósforos

En las tomas de las vías, una de las dificultades más acuciantes tiene que ver con el suministro de la electricidad, que depende de conexiones efectuadas por los vecinos a redes existentes, como la de la calle 19 Bis. Ocurre que los tendidos no están preparados para los enganches masivos y lo que se termina dando son inconvenientes por la baja tensión, que nunca alcanza los 220 voltios. “Muchas veces, por la noche, los focos iluminan tan poco que parecen fósforos encendidos”, manifestó Mónica Genen. Por supuesto, los problemas se agravan mucho con los calores y los altos consumos.