Temen una escalada en los precios de la carne y del pan

En dos rubros del sector comercial cipoleños se han encendido todas las alarmas. Se trata de las carnicerías y las panaderías, donde ya no saben cómo hacer para sostener los precios y subir lo menos posible sus productos, ante la incontenible onda inflacionaria que está afectando a los alimentos y ante el comportamiento alcista que está experimentando el dólar.

En la Cámara de Industria y Comercio se sigue con atención el fenómeno, que puede derivar en más cierres de locales. El panorama no resulta alentador, ya que el consumo no levanta cabeza en momentos de recesión de la economía.

Ayer, la dirigente Natalia Chemor indicó que, en cuanto a las carnicerías, hay gran preocupación por el aumento que ha tenido el kilo de los vacunos vivos, que en el año ha pasado de 115 a 180 pesos el kilo en promedio, lo que supone un fuerte acicate para incrementar los productos que se ponen al alcance de los consumidores.

Como es de esperar, el alza de la carne puede afectar aún más las ventas, con el riesgo consecuente para la estabilidad de los locales. En la actualidad, los cortes que conforman las pulpas no bajan de los 250 pesos, una cifra que se vuelve casi inalcanzable para los bolsillos más deprimidos. En cuanto al asado, los valores al público rondan los 300 pesos.

Otro sector en que cunde la inquietud es el de las panaderías. Ayer, el propietario de una panificadora manifestó que la bolsa de 50 kilos de harina oscila en la actualidad los 1000-1100 pesos, un monto cuantioso, que se agrega a los elevados precios de otros insumos básicos. Además, llegan facturas de gas por 50.000 pesos y de luz por más de $30.000, lo que torna muy difícil aguantar lo que se cobra por el kilo de pan. Todo indica que el básico producto subirá en el corto plazo.

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