Salieron juntos del boliche y la manoseó en plena calle

La madrugada del 22 de agosto del año pasado estaba bastante fresca, como es habitual para la época en el Alto Valle y los asistentes a Kpela, el boliche céntrico de Cipolletti, partían bien abrigados tras una velada de baile y diversión.

Entre ellos salió una pareja compuesta por un muchacho y una adolescente de 17 años. Pero a poco de andar el joven sorprendió a la chica empujándola contra unas persianas y la manoseó en la vagina y el pecho izquierdo por debajo de la ropa, mientras la besaba en el cuello, todo sin su consentimiento.

POFM -así lo identifican en un fallo dictado recientemente- fue acusado por el delito de “abuso sexual simple”. La causa derivó en una suspensión de juicio a prueba -procedimiento también conocido como probation- que requería el cumplimiento de pautas de conducta por parte del imputado, por lo que no negaba su culpabilidad.

La propuesta la formuló la fiscal Yesica Montenegro en la audiencia realizada en septiembre del mismo año, tras aclarar que la víctima había cumplido la mayoría de edad y no requería la asistencia de la Defensora de Menores, pero además aclaró que estaba conforme con el planteo. Solo requirió que le impusieran al agresor la prohibición de acercamiento y contacto con ella.

El beneficio establecía que, por el término de un año, el abusador debían mantener domicilio, no cometer nuevos delitos, presentarse cada tres meses en la Oficina Judicial, no consumir bebidas alcohólicas y drogas “en exceso en la vía pública” y la prohibición de acercamiento y contacto con la joven por cualquier medio.

Además tenía que abonarle $4.000 en dos cuotas de $2.000 con concepto de reparación simbólica.

El acusado aceptó el acuerdo, lo mismo que Mario Nolivo, el defensor Oficial que lo asistió. Por lo que ante el consenso arribado entre las partes, la jueza Laura González Vitale resolvió en los términos convenidos.

Extinción acción penal

Al cumplirse el año del plazo establecido la fiscala Adjunta, Annabella Camporesi, pidió declarar la extinción de la acción penal y el sobreseimiento de POFM. Sostuvo la funcionaria se habían entrevistado con la denunciante, quien aseveró que no volvió a ver al muchacho ni tampoco mantuvo ningún tipo de contacto. Manifestó además que no aparecía en el Registro de Reincidencias, salvo la causa por abuso.

El defensor Nolivo respaldó el pedido de sobreseimiento expresado por la Fiscal, al destacar que se había cumplido el tiempo de plazo y que además, POFM no había cometido nuevos delitos.

Así es que la jueza Sonia Martín dictó el sobreseimiento del muchacho y declaró que el proceso, tal como lo fija el Código Penal, “no afecta el buen nombre y honor del que hubiere gozado el imputado”.