Por la lluvia hubo familias evacuadas y calles anegadas
La lluvia no dio tregua y generó complicaciones en casi toda la ciudad.
Cada lluvia enciende las alarmas en los barrios de la zona norte y en el extremo este de Cipolletti. En menor nivel que el resto de los terrenos y cerca de los canales de desagüe, el recuerdo de las inundaciones de 2014 sigue latente y con razón cuando las tormentas son furiosas o prolongadas, como la que cayó a partir del jueves por la noche.
La tormenta golpeó a las familias de los barrios más humildes y las tomas. Algunas quedaron aisladas y a otras se les inundaron las casas.
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Más de 7 milímetros de precipitaciones provocaron anegamiento de calles, goteras en colegios y golpearon duramente a las familias de las tomas, que en algunos casos hasta tuvieron que autoevacuarse porque el agua se filtraba rápidamente en sus precarias viviendas.
La referente de Barrio Obrero, Lila Calderón, dijo que los vecinos del lugar se encuentran atravesando una situación crítica debido a la gran cantidad de agua que está cayendo en la ciudad desde el día de ayer.
Por la inundación, cuatro familias debieron dejar sus casas y trasladarse hasta domicilios de familiares en otros puntos de la ciudad.
Desde el Municipio aseguraron que no hubo damnificados que requirieran de traslados a otras viviendas por riesgos inminentes en sus propiedades, aunque se decidió realizar varias recorridas por los barrios más problemáticos a lo largo de la jornada, ya que la lluvia casi no dio tregua al escurrimiento. Aunque nunca fue torrencial, la tormenta formó gota a gota las acostumbradas lagunas en toda la ciudad.
En diálogo con LM Cipolletti, Calderón dijo que recorrerían diferentes asentamientos cercanos para tener una idea real de la situación y colaborar con aquellos que necesiten ayuda.
Agregó que prepararon un refugio para los vecinos afectados y que cuidarán las casas de aquellos que debieron trasladarse.
Otro de los barrios afectados fue Costa Norte, donde las calles quedaron colapsadas de agua, aunque no se registraron evacuados.
En esos lugares, donde tampoco hay conexión a la red de gas, los vecinos también penan por la leña que se moja y dificulta la calefacción de los hogares.
El Distrito Vecinal Noreste fue otro punto complicado. Los vecinos volvieron a padecer el barro y las largas lagunas en las pocas calles de acceso. Para quienes tienen auto fue difícil entrar o salir y, para los demás, directamente casi imposible. La lluvia de ayer renovó el reclamo de pavimentación de calles.
En alerta
Felipe Vallejos, titular de la Dirección de Protección Civil, explicó que no fue necesario asistir a personas por problemas relacionados con las lluvias hasta el momento.
"No registramos pedido de ayuda a través de la central de emergencia. Sólo actuamos en unos accidentes de tránsito y algunos eventos que no tienen relación con la situación climática", afirmó.
Desde la Dirección municipal de Protección Civil se encuentran en alerta y trabajando en conjunto con el área de Servicios Públicos de la municipalidad y la cartera de Acción Social para asistir a las familias si lo requieren, debido a que las condiciones climáticas se mantenían, impidiendo el escurrimiento de las calles.
Según el pronóstico de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas, hoy seguirá lloviendo y estará frío, con una máxima de 13 ºC. Mañana el cielo daría una tregua, aunque no saldrá el sol para secar la ciudad, y tanto el lunes como el martes volvería la inestabilidad.
EN TRES PASOS
Suspensiones al por mayor
1- Por las precipitaciones, la comuna suspendió el recorrido del Cipolletti Limpia, que se concretará recién el próximo viernes.
2- También se postergaron hasta nuevo aviso las clases de los talleres laborales que se dictan a través de la Dirección de Juntas Vecinales.
3- Desde la Dirección de Deportes se informó que las fechas de hoy y mañana de la Liga de Fútbol Infantil quedaron "suspendidas por razones climáticas".
Caen dos gotas...
Una aventura hasta en el centro
Una aventura hasta en el centro
"Caen dos gotas y se inunda todo", rezongan los vecinos cada vez que las tormentas dejan en evidencia que Cipolletti no es una ciudad preparada para el clima lluvioso. La pasan muy mal quienes viven en zonas alejadas, sin veredas ni cordón cuneta, pero también los del centro. Las bocas de tormenta no dan abasto y junto al cordón se acumula rápidamente hasta medio metro de agua.
Cruzar una calle puede ser tarea de varias cuadras, hasta encontrar algún hueco entre los charcos y avanzar más o menos seco. Y a tener cuidado con las baldosas rotas.
Limpiaron bocacalles sobre la marcha
La ciudad, plana como pocas en el valle, tiene serios problemas para escurrir el agua y en esta época es una lucha evitar grandes inundaciones. Las hojas que arrastra el agua tapan las bocas de tormenta y el desagote se vuelve nulo en cuanto llueve fuerte o durante un rato largo. Por eso, ayer se pudo ver a empleados municipales, con piloto y botas, limpiando una y otra vez las bocas de tormenta.
El trabajo sobre la marcha evitó complicaciones a la circulación por avenidas o el centro cipoleño, donde hay sistema de drenaje, aunque no alcanzó para aliviar barrios que se inundan históricamente, como el Luis Piedrabuena. Ayer, los vecinos del sector volvieron a preguntarse qué pasó con la obra del pluvial, anunciada con bombos y platillos durante la gestión de Abel Baratti.
El compromiso asumido por el anterior gobierno nacional con la ciudad nunca se concretó, y a partir de diciembre no hubo ningún detalle sobre su ejecución de una obra clave para el desarrollo de un barrio histórico, surgido hace más de 60 años.
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