Planificar, mejor que multar y castigar
El Deliberante aprobó una ordenanza para fiscalizar los usos de la zona rural. El concejal opositor Carlos Martínez Larrea votó en contra. Aquí explica los motivos.
El Concejo Deliberante aprobó por mayoría la ordenanza de abordaje y fiscalización de los usos no permitidos en la zona rural. Se trata de una iniciativa que el Ejecutivo municipal considera relevante para sus políticas, pero que el edil opositor Carlos Martínez Larrea, por el contrario, ha criticado con firmeza y por eso su voto fue negativo.
El concejal del bloque del PRO-Juntos por el Cambio no está solo en sus cuestionamientos a la iniciativa. Los propietarios de tierras que se verán afectados por la nueva normativa tampoco eran partidarios de que se aprobara, por considerar que había varios puntos confusos entre los contemplados para su aplicación.
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La ordenanza tuvo vía libre en la sesión del miércoles del CD, con el apoyo de los otros cinco integrantes del Legislativo cipoleño. Ahora deberá ser promulgada y publicada en el Boletín Oficial del Municipio para su entrada en vigencia.
Con el texto, se procura controlar los numerosos emprendimientos surgidos en la zona de chacras que no tienen nada que ver con la actividad frutícola o de producción agrícola en general y mitigar su impacto en el entorno. Al efecto, se dispone la creación de una tasa de fiscalización y de una multa reiterativa por los daños ocasionados.
Martínez Larrea explicó su voto en contra y señaló: “El grave problema del desarrollo urbano y rural que tenemos en Cipolletti es un problema de planificación, no de fiscalización. Y no se arregla con castigo sino con estímulo”.
Sostuvo que “seguir insistiendo en recetas que no dan resultado desde hace años no va a hacer que ahora sirvan”, y dijo que desde la polémica ordenanza 155, ya anulada, “hasta hoy toda la política de restricción ha fracasado. Los resultados están a la vista de todos los cipoleños”.
Expresó que “el problema no es la ‘tasa diferencial’ o como se la llame, el problema es la mala planificación, la falta de estímulo y el castigo con las multas”. Y criticó que se asimile “al concepto de baldío urbano la tierra rural que no está produciendo”.
El concejal recordó que el mismo Deliberante “votó hace pocos meses una reforma del Código de Planeamiento que ‘blanqueó’ en muchas fracciones los mismos usos que, en otras, ahora se quiere multar”.
Además, fustigó el hecho de que con la ordenanza “la decisión” que se adopte sobre un determinado emprendimiento “queda en manos de un funcionario del Ejecutivo”, puesto que el CD “no va a intervenir”.
“Los pequeños propietarios se van a seguir fundiendo y solo algunos grandes podrán seguir, cada vez con más dificultad”, dijo.
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