Otoño, 11 años sin justicia

Se cumplieron 11 años de la desaparición de Otoño Uriarte, una adolescente de Fernández Oro que fue hallada muerta, en el canal principal de riego, seis meses más tarde. El caso aún está impune. Por ese motivo, ayer familiares y vecinos se concentraron frente a la sede fiscal para exigir verdad y justicia.

La concentración fue en la esquina de Yrigoyen y Villegas. El lugar elegido en esta oportunidad está relacionado con la expectativa que generó, en junio de este año, que el Superior Tribunal de Justicia revocara los sobreseimientos que había ordenado la jueza Sonia Martín y, a la vez, pidió a la parte acusadora que avance con la investigación.

Los familiares y amigos de Otoño no se resignan y aseguraron que la chica, que al momento de su muerte tenía 16 años, “está grabada en la memoria de una comunidad que va a seguir en las calles exigiendo verdad y justicia”.

La investigación se dilató tanto que obligó a Roberto, padre de Otoño, a pedir hace dos años al STJ un compromiso serio con la causa. Actualmente hay seis imputados cuya situación depende de las pericias.

La causa tuvo muchos cambios de autoridades tanto del tribunal como de fiscales. Además, hubo serios cuestionamientos contra los funcionarios que actuaron al inicio de la causa: la ex jueza María del Carmen García García y el fiscal Oscar Cid. Fueron sometidos a un jury por su presunto mal desempeño; mientras que García fue removida de su cargo por parte del Consejo de la Magistratura, el segundo resultó absuelto.

Ayer, en el marco de un nuevo aniversario de la desaparición de Otoño, comenzaron a pintar un nuevo mural en el colegio al que iba. El sábado, en tanto, se realizará un festival cultural en el anfiteatro de Fernández Oro.

En junio de este año, el STJ revocó los sobreseimientos que había ordenado la jueza Sonia Martín y pidió a la parte acusadora avanzar con la investigación.

6 meses permaneció desaparecida Otoño.

El cuerpo de la adolescente apareció en el canal principal de riego. Sólo había huesos, pero el padre reconoció las ropas y un colgante artesanal que llevaba Otoño cuando desapareció.