La barrera sanitaria, otra vez en riesgo

El gobierno rionegrino volvió a levantar la guardia por la barrera sanitaria en Río Colorado, que impide entrar carne con hueso desde el norte. Esta vez, el ataque al desarrollo de la actividad agrícola no es el intento pampeano de eliminar las restricciones al comercio, sino un conflicto sindical que también causó alerta en Neuquén.

ATE mantuvo las barreras levantadas durante tres días, lo que puso en riesgo el estatus sanitario de la región. “Nos quedamos sin un control importante en Río Colorado por la falta de reacción del Senasa. No se puede tener la seguridad de que no esté entrando la carne”, le dijo el ministro de Producción neuquino, José Brillo, a LU5.

Una convocatoria al diálogo por parte del gobierno nacional logró una tregua del sindicato rionegrino, que había anunciado que habría diez días sin controles del Senasa, pero el conflicto quedó dividido en dos. Por un lado, ATE le reclama mejores condiciones laborales al gobierno nacional, mientras que Río Negro pretende un cambio en la administración de la barrera. En Agricultura entienden que está en riesgo su plan de generar un polo ganadero imposible de desarrollar si no se puede ostentar el sello de calidad de carne libre de aftosa sin vacunación. “La conflictividad casi permanente con el gremio, sumada a otras cuestiones, han generado una luz de alerta ante la posible vulnerabilidad de los sistemas sanitarios patagónicos”, plantearon desde la cartera provincial.

Por ello, el gobernador Alberto Weretilneck pretende que la barrera sea operada por la Funbapa y no por el Senasa.

Pedido a Nación

Río Negro quiere los controles

El paro de ATE en Senasa volvió a poner en discusión la forma en la que se controla el ingreso de alimentos a Río Negro. El Gobierno quiere que Nación dé marcha atrás con la política actual y aprovechó el conflicto para reclamar formalmente que las inspecciones vuelvan a ser realizadas por la Funbapa.