Inspectores cipoleños, preocupados por la gente que no usa barbijo

Hasta el personal de inspección del Municipio está preocupado por la cantidad de personas que no cumplen con las disposiciones mínimas para evitar el contagio y la difusión del coronavirus. En las calles, son cada vez más las personas que no utilizan barbijos y los agrupamientos de personas no mantienen el distanciamiento social indispensable.

El descontrol gana terreno en Cipolletti y la posibilidad de un aumento fuera de control en un futuro próximo ya no se ve como algo improbable, observando la disparada de casos que se ha dado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) en cuestión de pocos días.

Los empleados de inspección que deben circular todos los días al menos siete horas por las calles contemplan con inquietud lo que está ocurriendo. A ellos se les exige, pese a las altas temperaturas de la temporada, usar el barbijo incluso en el interior de los rodados que los transportan a distintos puntos de la ciudad. Tratan de cuidarse al máximo y cuidar también a la gente con la que hablan.

"A los que vemos sin barbijo, los paramos y les decimos que así no se puede andar y que deben ponerse el barbijo", expresó un inspector consultado, quien lamentó que las respuestas sean más que nada excusas y evasivas.

El hecho es que en la actualidad, la gente que se pasea por la vía pública con la cara al aire, sin protección, es cada vez más numerosa y si no se adoptan disposiciones más severas la situación epidemiológica podría empeorar.

Entre los inspectores, se esperan las resoluciones nacionales de las próximas semanas, puesto que se habla tanto de la posibilidad de volver a fases de cuarentena muy restrictivas o de la aplicación de un eventual toque de queda sanitario. Si así fuere, los controles se endurecerán.