Hicieron pegatinas contra el uso de barbijos en una escuela cipoleña
Ocurrió en la Escuela Primaria 313 del barrio El Manzanar; y causó dolor y temor al personal que trabaja en dicho establecimiento.
Personal docente de la Escuela 313 advirtió con malestar sobre una serie de pegatinas que empapelaron el frente de la institución, con consignas contrarias al uso obligatorio del barbijo o tapa bocas. "Es algo nuevo y me dolió. Esta escuela es mi segunda casa. También me dio miedo por los niños y niñas, el personal docente y por mí, como que estamos muy vulnerables", expresó Fabiana Bertolotti.
Sorpresivamente, las pegatinas aparecieron este jueves, cuando los docentes acudieron al establecimiento para una capacitación. Ya fueron retiradas, pero el hecho dejó a todos muy sensibilizados. Generó también preocupación, por cuanto nadie puede asegurar que una manifestación de este tipo pueda repetirse o recrudecer. En efecto, hay familias que advirtieron afiches de contenido similar en otras instituciones como las escuelas 53 y 19, o frente a algunos colegios privados ubicados en zona céntrica.
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De inmediato, los directivos de la Escuela 313 pusieron en conocimiento a la supervisión de nivel primario y a la coordinación del Consejo Escolar local. "Hicimos público lo que nos pasó para cuidarnos, porque con las seños nos sentimos que estamos un poco solas", comentó la directora, en diálogo con LMCipolletti.
Indicó que necesitan mayor acompañamiento porque son muchas las responsabilidades que encaran para educar en este nuevo contexto de pandemia. Bertolotti aseguró que no sabe quiénes fueron los que pegaron estos afiches, aunque está al tanto de un movimiento antibarbijos y antivacunas en la ciudad que promueve ese tipo de acciones.
No obstante ello, aclaró que seguirán respetando el protocolo establecido por los gobiernos nacional, provincial y municipal en cuanto a todas las medidas de protección para evitar la propagación del Covid-19. "Nosotros respetamos a rajatabla y desde el primer día el protocolo aprobado. Tomamos todos los recaudos", enfatizó la directora.
Afirmó que también se respetan las creencias de cada uno, pero como institución no pueden soslayar la situación de familiares y docentes que enfermaron de Covid-19 o sufrieron una pérdida. "Esto nos ha pegado de cerca y creemos que nos tenemos que cuidar", sostuvo.
Fabiana es parte de la escuela hace casi dos décadas. Este será su último año, de modo que defenderá su segunda casa y pondrá todo lo mejor de sí para que puedan sobrellevar las nuevas condiciones que se imponen en un contexto de pandemia con entusiasmo y mucho diálogo.
Fue así, con diálogo, que zanjó esta semana otra situación tirante en la escuela, cuando una familia quiso que su hijo ingrese a la clase sin barbijo. Desde la dirección reconocieron que fue algo inesperado y un momento desagradable para todos.
"Hablamos con la familia. El papá y la mamá del alumno argumentaban que en otras instituciones, clubes o estamentos privados los niños y niñas andan sin barbijo. Decían que discriminábamos porque no queríamos que ingrese sin esta protección. Pero yo les tuve que explicar que tenemos una normativa que respetar y que lo que pase en otros lugares no es nuestra responsabilidad", comentó Bertolotti.
Finalmente, consiguieron un barbijo para el niño y se acabo el problema. "El niño estuvo re feliz, jugó, trabajó, estuvo con el barbijo y no tuvo inconvenientes", sostuvo la directora.
Si bien observó que la comunidad educativa, en general, entiende los recaudos que hay que tomar, advirtió que "son muchas las familias que piensan de la misma manera en otras instituciones, que no están de acuerdo con el uso del barbijo".
Por lo tanto, aclaró que "no hay animosidad" con la familia que no estuvo de acuerdo con el uso del barbijo. Ni desde la escuela están diciendo que haya sido la responsable de la pegatina. "Justo se dio esta situación y luego la otra. Realmente, no sabemos quiénes fueron", remarcó.
Confía en que puedan transitar bien el año, pese a las dificultades que se presenten. Y advirtió sobre la necesidad de cumplir con las medidas de protección, todos los que son parte de la escuela. Así iniciaron, con todos los insumos que hacían falta. Antes no.
"Hicimos todo para que limpien el tanque de agua y el termotanque, desmalecen y pongan todo lo necesario para arrancar. Luego, empezamos a implementar el protocolo aprobado por la supervisión. Tendríamos que haber empezado el 3 de marzo, pero no teníamos los matafuegos, así que lo hicimos el 5", recordó.
La Escuela 313 es muy requerida por la comunidad de Cipolletti. Tanto es así que el porcentaje de alumnos que reside en el barrio El Manzanar es de un 15 por ciento. El resto proviene de otros barrios. Incluso, hay estudiantes que se trasladan desde Fernández Oro.
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