Encontraron una yarará viva en la Margen Sur

Un grupo de personas que hacía senderismo en la Margen Sur encontró una yarará viva. Fue en el sector de la barda, camino a Playaventura, muy cerca de un cañadón, en el primer mirador de la Confluencia. A cierta distancia, el animal parecía una soga muy bien enrollada; pero al detenerse y prestar más atención al terreno, se dieron cuenta que era una serpiente. En un principio, pensaron que podía tratarse de una culebra. Luego, el ojo experto de los veterinarios y otros profesionales consultados confirmaron que se trataba de una yarará ñata o patagónica.

"Le dicen así. Es la Bothrops Alternatus. Te das cuenta por La forma de la cabeza y la foseta loreal. Es peligrosa pero no mortal, y lesiona el tejido donde pica. No hay que molestarla", expresó el veterinario Sergio Gómez.

Otro profesional que integra la unidad regional de Salud Ambiental de la provincia no se animó por las fotos a identificar con total precisión al animal, pero coincidió en que pertenece a la familia de las yarará y es un habitante normal en la zona.

"Más allá de su identificación, las medidas de prevención son iguales para todas las especies silvestres. No hay que acercarse ni tocarlas. Mucho menos atacarlas. Tienen una función biológica bastante importante en el medio ambiente", enfatizó el especialista Darío Sánchez.

Los primeros que pasaron por el lugar, muy cerca de la serpiente, no se dieron cuenta. Detrás de ellos venía otro grupo haciendo senderismo que constató su presencia. Una de estas personas era Ana Díaz, una profesora de Educación Física que frecuenta la zona. "Era larga y parecía muerta, pero estaba al sol y viva, en un cañadón que está justo al frente de primer mirador de la Confluencia. Creemos que con las últimas lluvias ha salido de su madriguera donde inverna porque se le llenó de agua", contó la profe a LMCipolletti.

Agregó que "más allá del miedo que puedan generar, no hay que molestarlas ni maltratarlas. Ellas son autóctonas del lugar y, por ende, dueñas del terreno. Somos nosotros los que invadimos su hábitat, expresó Díaz.

En tiempos de pandemia, la Margen Sur se ha convertido en un destino mucho más frecuentado por la gente de la zona y alrededores para hacer caminatas, circuitos en bicicleta y otras actividades recreativas.

Por lo tanto, se recomienda prestar mucha atención al terreno, ya que estos animales pueden estar ahí, al paso y en cualquiera de los senderos de la Margen Sur. "Si bien no haría tanto daño como la yarará del norte argentino, si vemos uno de estos especímenes, lo mejor es esquivarlo y circular por otro lado", sugirió la profesora.

El rol fundamental de las yarará

El veterinario de Salud Ambiental de la provincia comentó que las yarará, como la que fue hallada en la Margen Sur, cumplen un rol fundamental en el ecosistema. Por eso, solicitó que las personas que se encuentren con un ejemplar de estas características no le provoquen daños.

"Son cazadoras a través de la emboscada. Se quedan en su lugar y esperan que pase la presa, que pueden ser aves, insectos y roedores, sobre todo. Por eso la yarará que encontraron estaba al sol y enrollada. Cualquier desequilibro que nosotros generemos, al eliminar a uno de estos ejemplares, puede hacer que otra especie que sea su alimento aumente su población y se convierta en una plaga para nosotros", advirtió Sánchez.

Ante una picadura, dijo que es "importante retirar anillos, pulseras, collares o cualquier cosa que tenga puesta la persona y pueda causar compresión en la zona".

Aclaró también que no hay que intentar succionar el veneno o extraerlo. Apuntó que es conveniente "sacar una foto de la serpiente para poder identificarla y determinar si es necesario usar suero anti toxina; y asistir al centro asistencial mas cercano".