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Descontrol en un asentamiento del barrio Labraña

Hay muchas familias que se fueron; pero otras nuevas ingresaron y se ofrecen terrenos a la venta. También algunos comenzaron a ingresar áridos y otros materiales de construcción.

Hace un mes atrás, una jueza -Laura González Vitale- ordenó el desalojo de una usurpación sobre terrenos privados en el barrio Labraña, pero la medida quedó en suspenso porque fue impugnada. En el interín, hubo familias que se retiraron de forma voluntaria, otras ingresaron para tomar su lugar o resisten desde el primer día, y están ofreciendo terrenos en venta. Incluso, hay gente que pasa y pregunta por su precio. "Falta que pongan un cartel afuera", se quejó la abogada querellante en la causa, Daiana Vázquez.

La usurpación sobre un predio que está ubicado sobre calle Lisandro de la Torre y pertenece a Miguel Ángel Kohan inició el pasado 27 de agosto y todavía la Justicia no resuelve el conflicto. Muchas familias se han ido ya del predio, pero las que permanecen firmes fueron consolidando su espacio, a tal punto que ya ingresan con los camiones dentro del predio para descargar áridos y otros materiales de construcción que consoliden su vivienda.

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"Hay de todo: gente que se fue, gente que se rehúsa y sigue ahí o que ingresa para ocupar el lugar que dejaron otros. Y están poniendo en venta los terrenos. Los mismos ocupantes se peleaban entre sí para ver cuánto más abarcaba cada uno, al inicio del asentamiento ilegal. Así que seguimos con lo mismo, con el peligro de que entra y sale gente como quiere. Hasta ingresaron materiales de construcción, como piedra, arena, ripio. No hay ningún control", manifestó Vázquez.

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Por eso, aunque varios ocupantes ya se hayan retirado por su cuenta de la toma, consideró que el peligro de la demora para resolver este conflicto sigue presente. Es decir, la consolidación del asentamiento (en el barrio Labraña). Y la Policía, según dijo la letrada, "no puede hacer nada, está atada de manos".

Recordó que la fuerza de seguridad tuvo complicaciones desde el inicio de la causa porque hubo una primera orden judicial que rechazó de plano el desalojo, en favor de una mediación con el Estado que fue un rotundo fracaso porque los ocupantes no querían retirarse del lugar.

"Ahí, nos ataron de manos. La Policía no se pudo acercar a ellos ni siquiera cuando se hizo un relevamiento de datos (en la toma del Labraña), que tuvo que hacerlo la fiscalía con todo el personal de Desarrollo Humano. Después salió el desalojo, pero la medida fue impugnada, con lo cual tuvimos que seguir esperando porque quedó en suspenso. Y así seguimos y seguimos fomentando este delito", advirtió la querella.

Aclaró que la Policía no está para controlar a los ocupantes, sino para proteger a los legítimos tenedores de la tierra que vivían en en predio y ahora conviven con las familias que ingresaron de forma clandestina, el pasado 28 de agosto. "La custodia que se dejó es para la seguridad de Eduardo Kohan -hermano de Miguel-, quien es una persona discapacitada, que vive ahí y está de vecino con personas agresivas que están delinquiendo al lado de su terreno. Y otras personas que quedaron conviviendo con el asentamiento ilegal. No hay control sobre el delito", aseveró.

La próxima semana, la Justicia intentará avanzar con la audiencia de revisión que tiene fecha para el martes 22. La defensa pidió que se deje sin efecto el desalojo porque los ocupantes, si se van de ahí, se quedan en la calle.

Alrededor de la toma del Labraña hay otra chacras que están en producción y sufren las consecuencias del delito que se reprocha.

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