A los 9 minutos, a Nicolás Domingo le quedó un rebote y su zurdazo dio en la parte externa de la red.
Fue un gran inicio de Independiente, con mucha intensidad y ocasiones de riesgo, y un muy activo y participativo Emmanuel Gigliotti, quien estuvo poco preciso para definir. El Puma pudo irse expulsado por una plancha a Buffarini teniendo amarilla.
En ese marco volvió a llegar el local, a los 33, cuando Esteban Andrada le tapó de gran manera un remate a Martín Benítez.
Boca no tuvo salida clara, porque Fernando Gago fue bien presionado por Benítez, y el visitante se vio superado por el conjunto de Avellaneda. Recién a los 34 se acercó, con un remate suave y desviado de Mauro Zárate. Y sobre el final se dio la jugada polémica: Lisandro Magallán tocó dentro del área a Silvio Romero, pero Herrera ignoró el claro penal.
"Nos metieron la mano en el bolsillo. Yo no soy de quejarme pero esto es muy burdo”.“Hay instancias superiores que están por encima de Herrera. esos tienen que sentir vergüenza”. Ariel Holan el DT rojo apuntó al arbitraje.
Pegó de entrada y polémicas
En el segundo tiempo, Boca pegó de entrada cuando el ingresado Cardona remató con derecha y su disparo se metió abajo, contra el palo derecho de Martín Campaña, y logró la apertura del marcador. A los 16 minutos Herrera expulsó por doble amarilla -tras dos faltas leves- a Magallán, y tres minutos después anuló mal un gol a Maximiliano Meza por una inexistente carga contra Andrada.
Independiente fue por el empate y a los 29 Fabricio Bustos cedió a Meza y el centro del ex Gimnasia fue cabeceado por Pablo Hernández apenas alto. A los 39 probó Gigliotti y su disparo fue desviado en la línea por Carlos Izquierdoz. En una de las últimas jugadas, Sebastián Villa cedió a Mauro Zárate tras un rápido contraataque y la devolución del ex Vélez no fue certera.
El triunfo de Boca resultó inmerecido, pero supo aprovechar lo poco que generó, mientras que Independiente dominó durante la mayor parte y no aprovechó las situaciones que tuvo, que fueron bastantes.
En el final, el Rojo le protestó al juez neuquino y su gente siguió descargando bronca con la Conmebol, haciendo alarde del mote de “rey de copas” pese a la derrota.