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Cuestionan la distorsión de precios que padece la fruta de la región

Por el kilo de manzana un productor cobra unos $50, mientras que en el Mercado Central de Buenos Aires, el kilo de la fruta se vende a $700, y en oferta. Críticas de chacareros y la dirigencia mercantil.

Recrudece este año el viejo problema de la distorsión de precios que padece la fruticultura regional, con productores que cobran muy poco por la fruta que producen y con consumidores que deben pagar por esa mercadería valores muy elevados, muy lejos por encima de lo que perciben los chacareros.

Este jueves, en un medio televisivo nacional, la cadena A24, se emitió un programa sobre los precios de verduras y frutas en el Mercado Central de Buenos Aires, donde se supone que todo se vende más barato. Sin embargo, llamó la atención que el kilo de manzana se ofrezca en oferta a 700 pesos.

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El monto, por lo elevado, no tiene nada que ver con los 40-50 pesos que aún están cobrando los productores por el kilo de manzana que hoy todavía se consume y que pertenece a la temporada pasada. Por la pera, los chacareros no han cobrado más de 25 pesos el kilo, monto también muy por debajo de su cotización en el mercado interno. La distorsión es evidente y, pese a tratarse de un fenómeno de larga data, no deja de sorprender.

En todo esto, la ausencia del Estado para controlar la cadena productiva ayuda a que los precios finales se escapen. Los productores no tienen nada que ver con la carestía reinante, cuya responsabilidad pertenece a otros. En este contexto siempre preocupante, el productor Carlos Zanardi enfatizó que sería necesario que se fijen cuanto antes mejores precios para la fruta de la actual cosecha y que se establezca un tipo de cambio para el dólar que permita una rentabilidad adecuada para la actividad.

Vicios de la cadena

Otro dirigente y chacarero, Eduardo Artero, también se pronunció sobre el viejo problema de la distorsión de precios y remarcó, igualmente, la nula responsabilidad que tiene el sector por los altos montos que pagan los consumidores argentinos.

Manifestó que los productores están cobrando recién por estos tiempos lo que cosecharon y vendieron el año pasado, y habiendo destinado casi toda su mercadería a la exportación, donde el problema del dólar les impide hacer una diferencia apreciable y apenas les permite, y no a todos, asegurarse la supervivencia. Es que mientras que por sus operaciones cobran todo al valor del dólar oficial, a la hora de adquirir insumos tienen que pagarlos al precio del dólar paralelo, el blue.

Señaló que, en todos los casos, tanto en lo relativo a la fruta de exportación como en la vinculada al mercado interno, existe una serie de eslabones en que se exigen impuestos de todo tipo y obran intermediarios de diversa condición que se llevan su parte, distanciando los magros montos que perciben los chacareros de los precios que tienen que afrontar finalmente los consumidores.

A todo esto, el titular de la Cámara de Industria y Comercio, José Luis Bunter, también opinó sobre el problema de los precios, cuestionando lo poco que ganan los chacareros frente a lo mucho que obtienen otros participantes de la cadena productiva. Para el referente mercantil, la ausencia del Estado en los controles resulta más que reprochable, teniendo en cuenta lo mucho que tienen pagar por la fruta la población. Un Estado que, además, recarga todo de impuestos sin que ello reporte en beneficios para la sociedad, sentenció.

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