Rescataron a cuatro chicos de una emergencia familiar

Cuatro niños en condición muy vulnerable fueron alojados el jueves último junto con uno de sus abuelos, en una hostería céntrica de Cipolletti mientras se les construye en forma acelerada una casilla para que puedan vivir de la mejor manera posible. Según se informó, la madre habría abandonado su hogar, mientras que el padre está intentando salir adelante de problemas con su salud que le impiden, por ahora, cuidar como se debería a sus hijos.

El caso está siendo atendido por el Municipio, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) de Río Negro y por los propios vecinos de la toma La Ribera, donde vivían los chicos con su padre, en una casa extremadamente precaria, y de barriadas de los alrededores como la Bicentenario y otras ubicadas al sur de Ruta 22.

Las condiciones de pobreza y las dificultades que existían para que los chicos, de entre 3 y 12 años, pudieran permanecer así en su vivienda generaron reclamos de los vecinos y la intervención pronta de personal de la Secretaría de Promoción y Desarrollo Comunitario de la comuna.

La situación se había vuelto desesperante. Con la madre ausente y el padre incapacitado, por el momento, de poder asistirlos como corresponde, todo el cuidado había recaído en un abuelo, de más de 70 años, que vivía con la familia y que no podía seguir afrontando casi en soledad las tareas hogareñas.

Los cuatro chicos y el adulto mayor fueron trasladados a la hostería Arrayanes, ubicada en Villegas al 370, donde permanecerán hasta que se les pueda asegurar un techo digno. Antes, recibieron atención médica y se descartó la posibilidad de que tuvieran Covid-19.

El viernes, al día siguiente de haber llegado a su nuevo alojamiento, se produjo una situación complicada. El vecino Héctor Mendoza, del barrio Bicentenario, cercano a La Ribera, y quien dio a conocer la realidad de la familia, refirió que, al parecer, en el Municipio se habían olvidado de enviarles el alimento, lo que produjo un amplio revuelo y una lógica inquietud en la comunidad.

Desde el Gobierno local, la titular de la cartera social, Viviana Pereira, aclaró que no había sido así, sino que el abuelo no estaba familiarizado con el uso del microondas que hay en el lugar para calentar la comida, por lo que se le dieron las instrucciones para su uso. De esa forma, se solucionó el inconveniente.

La intervención del Estado

La evolución y seguimiento de la salud del padre de los cuatro menores, quien ha demostrado voluntad de asumir su rol familiar, está en manos de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia. En tanto, el Municipio y los vecinos trabajarán a toda marcha para levantar una casilla nueva en el terreno donde está la paupérrima casa en la que vivían hasta la semana pasada. Viviana Pereira, secretaria de Desarrollo Humano del Municipio, dijo que personal comunal prefabricará la estructura, proveerá los materiales y coordinará su instalación. En tanto, los pobladores construirán la platea donde se levantará la futura instalación, que tendrá condiciones más dignas para el desarrollo de los pequeños.

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