La atrapante historia de Falú Guzmán, el vecino más popular y divertido de Oro
En vísperas del aniversario de esa ciudad y desde la plazoleta que le rinde homenaje, el pintoresco personaje se confiesa con LMC. De cuándo se hizo el muerto, pasando por el abuelo Ayudín, a su actuación en la Fiesta.
Ese hombre que riega la plazoleta y trabaja la tierra con una pala es el propio Ricardo Falú Guzmán, el homenajeado en el espacio verde que desde 2022 lleva su nombre. Mientras espera al equipo periodístico de LM Cipolletti, respeta a rajatabla su rutina matinal en la esquina de Roca y J. Fernández, haciendo gala de la simpleza con la que vive y de sus sentimientos por ese rinconcito tan especial para él de Fernández Oro.
“¿Tomamos unos matecitos? ¿Dulce o amargo?”, pregunta y unos troncos de su querido y extinguido Sauce, al que incluso le dedicó una canción sirven de asiento en la soleada jornada de jueves.
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Uno de los personajes más populares del pueblo disfruta de ese genuino, permanente y alegre intercambio con los vecinos tanto como de las visitas de los “horneritos y palomas” que aprovechan el agua para bajar a hidratarse. “Mirá cómo vienen. Mi pasatiempo es verlos así, me encanta”, confiesa maravillado y sin quitarle la vista a los pájaros.
“Falú, ¿cuándo es la fiesta de Oro?”, le pregunta un señor desde la veredita. “Vamooos Falú”, lo alienta luego, contento con la respuesta y ahora sabiendo que el gran Ricardo Guzmán se subirá el sábado al escenario mayor con su arte y su canto.
“Creo que estuve en todas las fiestas de la ciudad”, lanza con una sonrisa quien hasta un rato antes condujo como todos los días el programa Alegre Despertar, que se emite de 7 a 10 en la radio Oro Latino. Pero no se lo nota cansado sino más bien entusiasmado y agradecido por lo que interpreta como un nuevo y pequeño reconocimiento, esta humilde entrevista.
La ocurrencia del "Abuelo Ayudín" contada por Falú
“Recibo un montón de mensajes, incluso hay gente que me oye desde otras ciudades y provincias, hasta de Uruguay porque pegó mucho lo del Abuelo Ayudín”, asegura este pintoresco y multifácetico vecino.
El artista que ya compuso 36 canciones se refiere al video que se volvió viral en ocasión de un torneo que Boca obtuvo con la ayuda de su amado River.
“Fue una de mis hijas que me dijo 'tomá la botella, cargá a los de Boca' y obvio que no me la iba a perder. Entonces pasaban los autos en caravana tocando bocina y yo con la camiseta de River les mostraba la lavandina Ayudín y todos se mataban de la risa. No me di cuenta que estaba uno de mis nietos (Joako Melo) atrás mío; me filmó y subió a redes. A la noche ya tenía como 600 mil ‘me gusta e incluso Rodrigo Mora, goleador de River me mandó un mensaje”, destaca el popular Falú sobre la increíble repercusión de su ocurrencia.
El que nació en Allen un 24/9/49 y se crió “en Barrio Norte”, como acota con orgullo. El que en 1972 llegó a Oro, los pagos de su pareja Susana (reconocida parasicóloga) y trabajó duro y parejo de albañíl hasta que se jubiló. El padre de cinco: María Luisa, Pablo, Natalia, Alejandro y Carla. El que tiene “amigos en todos lados” y le saca una sonrisa a quien se lo cruce por la calle, caminando o en esa bici que lo lleva a todos lados. El de las locuras más inesperadas.
“¿Anécdotas? Montones, pero te voy a contar una que me mandé. Una vuelta mi hija Marisa salía en el auto, dio marcha atrás y no me vio. Yo le golpeé el baúl y me tiré al piso. Se bajó y ni me movía y encima mantenía los ojos cerrados. La gente empezó a arrimarse. Vino la ambulancia y me seguía haciendo el muerto, lloraban todos. Me llevaron al Hospital y ahí me dieron el alta porque reaccioné ‘gracias a Dios’ (...) y no tenía nada jaja”, relata con esa picardía de barrio que lo caracteriza. Imposible no tentarse.
“El Bonito”, como se autodefine transmite buena onda, contagia alegría. En el pasaje Carlos Gardel (con salida a Pueyrredón) o donde uno se lo encuentre.
"Un privilegiado por el cariño de mi familia y de la gente"
“Mi familia hasta el día de hoy me banca en todas mis locuras y tengo que agradecerle. Siempre hablo en broma y si hay algo que les inculcé a mis hijos es el respeto, saber convivir, ser humilde, amarse entre los hermanos. Tantos de ellos como de la gente recibo mucho cariño y es por eso que me considero un privilegiado”, señala a la vez que un elegante sombrero negro lo protege del sol.
“Fue muy lindo el reconocimiento que me hicieron en la plazoleta, que es mi lugar en el mundo. En parte se dio porque junto a otros vecinos nos ocupamos desinteresadamente de mantener el lugar desde el año ’83, cuando se fue el placero. Y también supongo por mi trayectoria. Acá siento paz realmente”, destaca este entrañable hombre ya en la segunda tanda de mates.
Tiene más amigos que Roberto Carlos. “Por todos lados, desde Junín de Los Andes, Cutral Co, Zapala... No te olvides que con la música también anduve a lo largo y ancho de Río Negro. Y aparte del folclore y de la radio, me conocen de la calle, yo agarro la bici y me voy a Cipo, a Allen”, cuenta y su yerno Daniel a la pasada lo chicanea “no le hables tanto, pobre muchacho”.
“Decí que es de River como toda la familia, si no ni entraba a mi casa…”, se prende en la broma Guzmán. Los auriculares cuelgan a la altura de su pecho. “Cuando vos te vayas me los pongo de nuevo, escucho Oro Latino y también un poco de música de la Puerto Argentino”, avisa.
Otro transeúnte pasa y lo identifica. Quién no lo conoce en el pago. Atento a todo y bien informado, Falú felicita al vecino “por el día de la familia y del Trabajador Sanitarista, que usted está en el rubro” y luego aclara a LMC que “tiene un negocio de limpieza”.
Se emociona por la manera en que siempre lo trataron en Oro y las posibilidades que la ciudad que cumple 94 años le ofreció: “Llegué cuando esto era una chara, con el deseo de superarme en la vida. Y modestamente creo que lo logré”, celebra quien desde los 12 años “abracé la música” y le debe su apodo en la escuela 80 (“estaba el famoso folclorista Eduardo Falú en ese momento y por él me lo pusieron”). De entonces recuerda con cariño a la docente María Salvatore de Santarelli con la que “hace poco me saqué una foto, llegó a ser Jueza de Paz”.
También evoca con afecto la famosa Fiesta Obrero de la Fruta, cuya comisión directiva integró junto al querido e inolvidable Hernán Salamanca, “un gran amigo”, entre otros.
A propósito de festivales, tiene la cabeza puesta en el bosquejo que debe enviar a los organizadores del evento de aniversario orense a modo de resumen de lo que será su presentación del sábado a las 21.30.
“Voy a cantar folclore y va a bailar una pareja de Danza que conforman Lautaro y Morena. Chacarera y samba seguramente”, anticipa y hasta las clientas de su compañera de la vida se acercan a saludarlo. Escribe canciones y también un libro como el que está en marcha con sus “historias y vivencias”.
Le encanta actuar ante su público del mismo modo que le llena el alma esas visitas a los geriátricos de la zona para “alegrarle el corazón a los abuelos”. “Nos divertimos juntos, cantamos, festejamos cumpleaños”, explica con lágrimas en sus ojos.
“El sueño que me queda por cumplir es que Dios me ofrezca salud, seguir siempre vigente”, culmina el gran Falú Guzmán, quizá sin saber que será eterno en el pueblo que tanto lo respeta y quiere por los siglos de los siglos.
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