Motochorro arrebató un celular y lo atraparon por el GPS

Un motochorro irá preso por el robo de un celular. Lo incriminó el GPS del propio teléfono y, como tenía antecedentes, la Justicia ordenó que cumpla condena en la cárcel. Confesó en un juicio abreviado, para intentar aliviar su condena.

El mediodía del 16 de noviembre del año pasado una mujer aguardaba el colectivo en la esquina de las calles Esquiú y Naciones Unidas, frente al barrio 1200 Viviendas de Cipolletti.

En ese momento pasaron dos hombres con cascos en una moto negra y roja y advirtieron que tenía su celular en la mano, por lo que pergeñaron el robo. Entonces se acercaron y uno de ellos la sujetó fuerte de la muñeca y le arrebató el aparato, para luego ambos escapar con rumbo desconocido.

De inmediato la víctima se comunicó con la Policía y relató el hecho. Pero además -y fue de suma relevancia- informó que el teléfono que le habían robado era un Apple IPhone que posee la función de rastreo satelital, por lo que empleando esa herramienta pusieron en marcha el operativo de búsqueda.

Seguir la señal del GPS

No les fue difícil a los investigadores detectar pocos minutos después donde se encontraba el dispositivo. La señal que emitía los llevó hasta un inmueble ubicado en inmediaciones de Paraguay y Río Colorado, en el barrio Luis Piedra Buena.

Con ese dato una patrulla de policías fue hasta el lugar, donde efectivamente descubrieron que estaba la moto descripta por la damnificada y además detectaron a dos hombres con “idénticas características” como también había señalado.

Al advertir a los uniformados, los sospechosos intentaron escapar, pero rápidamente fueron atrapados. Uno de ellos, identificado como Ezequiel Lautaro Reyes Acevedo, tenía el celular robado en su poder.

El ladrón, que tenía antecedentes penales, fue imputado por el delito de “robo simple”.

El motochorro confesó

La defensora Oficial Cecilia Ibáñez y la fiscal Eugenia Vallejos acordaron cerrar la causa en un juicio abreviado e imponerle tres meses de prisión de cumplimiento obligatorio más la declaración de reincidencia, dado que contaba con un historial delictivo que incluía dos condenas por delitos contra la propiedad, es decir por robos. En enero de 2024 había estado preso 45 días y en octubre siguiente otros dos meses.

La dueña del celular no objetó el acuerdo alcanzado por las partes y Reyes Acevedo tampoco, lo que significó que admitía haber cometido los hechos.

La jueza Alejandra Berenguer también avaló los términos del consenso arribado entre la Defensa y la Fiscalía, y dictó el fallo tal lo planteado. Explicó que las responsabilidad del acusado había quedado acreditada por las pruebas aportadas por la Fiscalía y la confesión del propio imputado.

Debe dejar de robar o le esperan penas agravadas

La magistrada destacó en este aspecto “la ayuda de la cuestión tecnológica de rastreo GPS del celular sustraído”, aporte que “no dejan atisbo de dudas en cuanto a la participación penalmente responsable del traído a proceso Reyes Acevedo”.

La magistrada aclaró también que la pena era acorde, dado que se apartaba del mínimo, en consideración a los antecedentes del hombre. Le recalcó que “en caso de seguir en su conducta reiterante de comisión de hechos delictivos las penas podrían agravarse”.

En cuanto al cómplice del robo, quien también fue atrapado, su responsabilidad no fue analizada en este expediente.