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La de Costa Norte no fue la única sala sanitaria atacada por delincuentes

Preocupan los hechos vandálicos en los centros de salud barriales cipoleños. Los delincuentes no solo roban, sino que también provocan destrozos que afectan el servicio.

El robo y destrucción que se produjo el último domingo en la sala sanitaria del barrio Costa Norte, que debió suspender la atención a los vecinos hasta el miércoles, no fue un hecho aislado. Días antes también lo sufrió la del Pichi Nahuel y no una, sino dos veces con diferencias de pocas horas.

Son hechos que se suman a una larga lista de ataques delictivos, aunque esta vez llamó la atención la avidez de hacer solo daño.

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La reciente seguidilla vuelve a dejar expuesta la vulnerabilidad de estos lugares públicos que poseen medidas de seguridad poco eficaces y que quedan sin vigilancia durante el tiempo que no brindan atención, como en horas de la noche.

Claro que también resalta la bajeza de los delincuentes que atacan donde se asiste gratuitamente la salud de los vecinos, que podrían ser ellos mismos o miembros de su entorno.

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Los delincuentes dejaron abierta la heladera con medicamentos. Afortunadamente no hubo pérdidas.

Los delincuentes dejaron abierta la heladera con medicamentos. Afortunadamente no hubo pérdidas.

Las autoridades del hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti manifestaron estar sumamente preocupados por lo que está sucediendo, por lo que realizan gestiones para mejorar la seguridad de estos centros barriales, anunció la directora del establecimiento, Mabel Raviola.

Marcelo Medin, jefe de Supervisión del área de Servicios Generales, informó que colocaron un sistema de alarmas al edificio del barrio Pichi Nahuel, ubicado en la esquina de Pueyrredón y Gabriela Mistral.

Robo sala Costa Norte 3.jpeg

Agregó que también se reunieron con Paul Fracchia, secretario de Gobierno del municipio cipoleño, para reforzar el alumbrado público en las inmediaciones de los centros periféricos.

“Eso ayuda mucho”, sostuvo Medin, aunque aclaró que “hacemos todo lo que está a nuestro alcance. Los lugares tienen rejas, están protegidos, pero ya no sabemos como combatirlo”.

Aclaró en este sentido que cuentan con la colaboración de la policía, pero tampoco alcanza.

Un menor sospechado

Los robos que sufrió la sala del Pichi Nahuel están impunes hasta el momento. Tampoco han recuperado nada de lo sustraído.

En cambio en el registrado en Costa Norte ya demoraron a un posible autor. Se trata de un menor de edad que fue sorprendido ofreciendo a la venta una pava eléctrica, una estetoscopio, una balanza, precisó el empleado hospitalario.

Los mismos vecinos alertaron que andaba con los elementos, que serían parte de los sustraído, y la policía realizó un operativo que permitió recuperarlos.

En principio había trascendido que había un segundo sospechoso vinculado al caso, pues se supone que por vandalismo provocado no actuó solo.

Desde el hospital se informó que este mismo martes debían concurrir a la Fiscalía para reconocer los objetos y tomar posesión.

Los ladrones también se llevaron un tensiómetro, un oxímetro, un dispositivo para medir los latidos fetales, un caloventor y una cafetera, entre otras cosas. De eso todavía no hay novedades.

Dañar por dañar

Pero lo que más alarmó es los destrozos que ocasionaron en las instalaciones, sin necesidad.

Medin indicó que arrancaron de la pared un caño de gas y con él rompieron todo lo que tuvieron a su alcance, como muebles, vidrios y los artefactos de iluminación.

“Empezaron a los fierrazos contra todo lo que no se pudieron llevar”, lamentó.

También dejaron abierta la puerta de una heladera donde se preservan vacunas y medicamentos que necesitan frío permanente. Se sospecha que fue a propósito. Afortunadamente esos productos no perdieron utilidad.

En el Pichi Nahuel entraron dos veces

Lo sucedido en el centro de salud del barrio Pichi Nahuel genera muchos interrogantes. Días antes de Navidad entraron desconocidos y se llevaron una computadora y pava eléctrica. Lo llamativo es que irrumpieron sin ejercer violencia. Aún no se explican como lo hicieron.

Sin embargo pocos días después volvieron los delincuentes y ahí si, forzaron una ventana para llegar al interior, explicó Medin.

En esa oportunidad se apropiaron de otras computadoras que quedaban una impresora y una balanza. Como en el caso anterior intervino la policía y la Fiscalía, quienes comandan la investigación. Hasta el momento tampoco recuperaron nada.

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