Condenaron a el Tigrecito Ancao por asesinar de un balazo a Joaquín Riffo

Juan Ancao fue condenado este lunes a la pena de 10 años y 10 meses de prisión por el homicidio del joven Joaquín Riffo (18), ocurrido el 9 de marzo del año pasado en cercanías del cruce de las calles Río Colorado y Bolivia, en el barrio Luis Piedrabuena de Cipolletti.

La autoría del hecho fue reconocida por el propio acusado quien ya comenzó a cumplir la condena.

En un primer momento hubo un juicio abreviado parcial y en esa instancia el acusado admitió su responsabilidad y renunció a todas las instancias para apelar.

Esa decisión aceleró los plazos, de lo contrario se debía aguardar a que se expida la Corte Suprema.

El hombre -hijo del fallecido David Tigre Ancao, histórico caudillo de la hinchada del club Cipolletti- había perpetrado el hecho en compañía de un adolescente, con quien había acordado dar muerte a otra persona por un conflicto de larga data.

Volvieron armados y dispararon

Minutos después de la 1:30 de ese día concurrieron en una moto al domicilio del hombre al que pretendían agredir y amenazaron a un grupo de personas que se encontraban en el lugar. Mencionaron entonces que volverían con armas de fuego y se retiraron.

Diez minutos después regresaron utilizando el mismo vehículo y realizaron al menos dos disparos con un arma de fuego, uno de los cuales impactó en la espalda de Joaquín Riffo quien se encontraba circunstancialmente en el lugar, dado que su madre vivía en un complejo de departamentos cercano y la había ido a visitar.

Luego Ancao y el otro joven escaparon raudamente en el rodado. Producto de las heridas, Riffo falleció.

El Tigrecido había sido señalado como el autor de los disparos, mientras que el cómplice habría conducido la moto en que se movilizaban.

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El crimen de Riffo se produjo en Río Colorado y Bolivia, barrio Luis Piedrabuena.

Anahi Cárdena

El cómplice fue apresado pocas horas después del ataque, mientras que Ancao escapó y fue declarado prófugo. Se hicieron distintos procedimientos para atraparlo, y no podían ubicarlo. Pero lo siguieron buscando y vigilando los lugares que solía frecuentar, entre ellos algunos aguantaderos.

En ese entonces los familiares de la víctima organizaron marchas para reclamar por el esclarecimiento del hecho y la detención de Ancao, a quien apuntaban como el responsable de lo ocurrido.

Pero cerca de 40 días después se produjo la muerte de Ancao padre, quien sufría una grave enfermedad, y los investigadores dedujeron que intentaría acercarse a sus familiares.

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Con el aporte de testigos, lograron descubrirlo cuando entraba a una peluquería. El hombre se dio cuenta que lo estaban siguiendo e intentó escapar nuevamente. Pero no fue muy lejos y los agentes de la Unidad 24, junto al personal de Investigaciones y la BMA lograron interceptarlo y reducirlo.

Desde ese momento se encuentra en el Complejo Penal cumpliendo la medida cautelar de prisión preventiva.

En tanto continúa sustanciándose el legajo en relación a la responsabilidad penal del adolescente que, según sostiene la Fiscalía, participó en el hecho.

El magistrado que presidió el Tribunal interviniente destacó en la audiencia de este lunes que la pena impuesta responde "al análisis de evidencia y al propio reconocimiento que el autor hizo del hecho, calificado legalmente como homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego de guerra y tenencia de dicha arma".