Familiares de Joaquín Riffo se manifestaron en Fiscalía

Familiares y amigos de Joaquín Riffo, el joven de 18 años que el jueves 9 pasado fue asesinado de un balazo en la espalda en un hecho sucedido en el barrio Luis Piedrabuena, se concentraron en la mañana de este lunes en las afueras de la Fiscalía cipoleña para reclamar que se haga justicia y que los dos participantes del homicidio paguen con la cárcel.

Apuntan fundamentalmente a Juan Roberto Ancao, a quien señalan como el autor del disparo, y que aún se encuentra prófugo.

Por el ataque hay un menor de edad detenido. Justamente en el transcurso de la mañana de este lunes estaba prevista la audiencia de formulación de cargos, dado que por su edad el sospechoso sería punible.

Los padres de la víctima habían ingresado a las oficinas para presenciar la audiencia que se realizaba por zoom. Mientras que afuera el resto de los manifestantes esperaban con carteles con fotos de Joaquín y el pedido de justicia.

Entre ellos se encontraban sus abuelos, con quienes vivía el joven en su casa de Neuquén. El día del episodio había venido a Cipolletti a visitar a su mamá.

El ataque se produjo en horas de la madrugada en inmediaciones de las calles Río Colorado y Bolivia.

Riffo recibió el balazo que le impacto en la zona del omóplato izquierdo. Sus propios familiares lo llevaron al hospital, pero no pudieron salvarle la vida.

Se supo que los tiros los dispararon desde una moto en la que se movilizaban dos hombres.

En base a los indicios recolectados en la escena del crimen, los investigadores realizaron tres allanamientos al día siguiente. En uno de ellos detuvieron al menor y secuestraron una motocicleta que habría sido utilizada para cometer el ataque y huir rápidamente del lugar.

En tanto que la Fiscalía ordenó la detención de Ancao, conocido como el “tigrecito” porque es hijo del ex barra Albinegro David Ancao, conocido en la ciudad y la tribuna como El Tigre.

El joven Ancao tiene antecedentes por múltiples causas y fue condenado a cuatro años de prisión en 2017, tras el juicio por el asesinato de Jonathan Miguez.

Fue sobreseído en el juicio por el homicidio, pero permaneció en prisión ya que tenía causas vinculadas a hurtos y encubrimiento agravado, de las que se declaró culpable. Recibió penas en suspenso, pero al acumularse más de tres años de prisión, se unificaron en una única condena, a cuatro años, de cumplimiento efectivo.

En la investigación del homicidio de Miguez, Ancao eludió la detención durante meses y el ministerio de Seguridad de la Provincia dispuso de una recompensa para que la comunidad aportara datos sobre su paradero.