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Ola de denuncias contra un colectivo de gitanos que se instaló en Cipolletti

El colectivo llegó repleto de gente a principios de diciembre. Viene de Córdoba. La denuncia más grave indica que un joven se bajó los pantalones y comenzó a masturbarse. Vecinos piden que se vaya.

Un viejo colectivo repleto de familias que vienen de Córdoba se instaló a principios de diciembre pasado y generó una ola de reclamos y denuncias en el 109. La más grave de todas llamó la atención de la Policía cuando un hombre de esta ciudad observó a un joven que se bajó los pantalones y comenzó a masturbarse, en una zona donde circulan ciclistas y peatones que salen a caminar, a toda hora. El pervertido es un joven que estaría individualizado, y está de acampe en el vehículo.

Desde la Comisaría Cuarta se indicó que el colectivo es un viejo Mercedes Benz al que aparentemente le sacaron los asientos, y todos viven en su interior hacinados. Algunos refieren que son 10 personas, otros vecinos contabilizaron 15 y 20. "Mucha gente se quejó porque usan los baños de la estación de servicio y de otros comercios cercanos. También porque sacan a los niños a pedir comida", indicaron fuentes policiales.

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El colectivo se instaló entre las vías del tren y la Pacheco, sobre un espacio verde. Muy cerca de ahí hay un vivero, una maderera y un lavadero de autos. Los pasajeros pertenecen a la comunidad gitana y dicen que están de paso. Sin embargo, por algunas averiguaciones realizadas por la Policía, se sospecha que en realidad los visitantes tiene intenciones de quedarse, ya que están consultando por un alquiler o una chacra donde puedan alojarse.

Colectivo gitanos web01.jpg

Personal de la Comisaría Cuarta ya se acercó al lugar y entabló diálogo con algunos para hacerles saber que ahí no se pueden quedar. Sin embargo, ellos aseguran que están de acampe porque sufrieron un desperfecto mecánico que todavía no pueden reparar.

Mientras tanto, llueven los llamados de vecinos que expresan todo tipo de quejas. Uno de ellos fue quien llamó al 109 para avisar que un joven realizaba exhibiciones obscenas. Otro denunció haber visto como un hombre agredía a una mujer.

Lo que más preocupa a muchos que son testigos ocasionales de esta situación son los niños que ven deambular por la zona, a veces jugando al borde del cordón de las calles donde la circulación de vehículos es constante.

Repararon, además, en el estado que presentan cuando se los ve pidiendo comida, con su ropita sucia y los pies descalzos. "Empleados del Municipio fueron a verlos, pero los sacaron zumbando", se informó desde la unidad policial. Algunos son pequeños de 2 o 3 años, quienes en algunas ocasiones están solos, sin que ningún adulto vele por su seguridad.

También se advirtió que se abastecen de la corriente de una casilla que protege a una bomba de agua ubicada en el sector. No se sabe si tuvieron que violentar candados o aberturas para hacerlo, pero los efectivos encontraron una zapatilla eléctrica que abastece a la comunidad que se traslada en el colectivo.

Casilla con zapatilla eléctrica 01.jpg

LMCipolletti intentó comunicarse reiteradas veces con la secretaria de Desarrollo Social, Viviana Pereira, y su par en Gobierno, Pablo Núñez, pero ninguno de ellos contestó. Tampoco pudo gestionar una comunicación el área de prensa, de modo que es una incógnita qué hará el Ejecutivo local con ese colectivo y la gente que allí reside en pésimas condiciones.

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