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LMCipolletti violencia de género

Lo condenaron por acosar a su ex con fotos porno

Deberá hacer tratamiento psicológico y obligan a Facebook a cerrarle la cuenta.

Un fallo histórico de la Justicia cipoleña obliga a Facebook a cerrar la cuenta de un usuario que publicó fotos íntimas de su ex pareja.

La resolución fue adoptada por el juez de Familia Jorge Benatti, quien enmarcó el caso bajo la denominación de violencia de género digital. En el fallo, el magistrado también resolvió que la empresa deberá informar a todos los contactos (de la categoría “amigos” del demandado) los motivos por los cuales se ha ordenando la eliminación de esa cuenta.

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También se intimó al hombre a que se abstenga de publicar fotografías, videos y comentarios respecto de la mujer, ya sea mediante Facebook o cualquier otra red social o medio informático.

Además, el demandado deberá realizar un tratamiento ante el servicio de violencia familiar Ruca Quimei, de Cipolletti. Para que pueda cumplir tal disposición, se solicitó a la empresa en la que él trabaja que le permitan concurrir a terapia si es que los turnos coinciden con su horario laboral.

Otra de las medidas adoptadas por el juez Benatti fue la suspensión del régimen de comunicación entre el demandado y su hijo, ya que lo involucró directamente en la situación de discordia que mantiene con su madre.

El conflicto en la pareja ya llevaba un largo tiempo e incluso se habían abierto dos expedientes anteriores en el Juzgado de Familia, motivo por el que la mujer concurría al servicio municipal de violencia familiar.

En las últimas semanas, la víctima se presentó nuevamente ante el Juzgado de Familia 5 y exhibió capturas de pantallas de Facebook, donde se difundían imágenes suyas de contenido sexual y erótico.

Las publicaciones fueron realizadas por su ex pareja y los destinatarios, entre otras personas, eran compañeros de trabajo de la mujer. Las imágenes, a su vez, eran acompañadas por comentarios agresivos, insultos y acusaciones de infidelidad, dando nombre, apellido, lugar de residencia y trabajo del supuesto amante.

El juez fijó una audiencia, pero el denunciado no se presentó. En ese marco, los testigos, que en su mayoría son compañeros de trabajo de la víctima, indicaron que empezaron a recibir esas publicaciones en diciembre del año pasado.

El hijo de ambos también brindó su testimonio, en compañía de la Defensora de Menores. Contó cómo su papá lo interrogaba respecto a las cosas que hacía su madre y que incluso grababa conversaciones con el celular y luego las compartía con sus amistades.

Daños psicológicos

Desde el área municipal de la Mujer, que actuó en el caso, dieron a conocer un informe en el que se asegura que la víctima “atraviesa desde tiempo prolongado una situación de violencia psicológica por parte del demandando, corroborándose conductas intencionadas y prolongadas por parte del mismo que atentan contra la integridad emocional y psíquica”.

Sobre la decisión de suspensión comunicacional entre padre e hijo, el juez de Familia consideró que la conducta del demandando encuadra en un caso de violencia de género ejercido contra la progenitora de su hijo “utilizándolo al niño como herramienta para ejercer el control de ella, resultando ello perjudicial para la psiquis del niño, además de un método de enseñanza generacional de violencia”.

Al respecto, explicó que de este modo, “el niño pequeño aprende que las conductas agresivas representan un método eficaz para controlar a las demás personas y para realizar sus propios deseos”.

La violencia de género digital, un delito cada vez más habitual

En el fallo del juez Jorge Benatti se explica que hace tiempo se comenzó a hablar en distintos ámbitos doctrinarios de la “violencia de género digital” como forma novedosa de la violencia de género tradicional, adaptándose en su forma a la nueva realidad de las comunicaciones. Este tipo de violencia afecta la integridad moral y emocional, en este caso de la mujer, dejándola expuesta ante conocidos y desconocidos, dañando su reputación y causándole graves consecuencias psicológicas. Es que al ejercer violencia de género difundiendo comentarios ofensivos, fotografías íntimas, comentarios humillantes, coacciones y amenazas mediante el uso de las redes sociales se traspasa el ámbito privado, se “viralizan” perpetuando de tal modo la violencia ejercida. Es mediante la utilización de las nuevas tecnologías y las redes sociales que el machismo ha encontrado una nueva forma de control, humillación y vejación de las mujeres.

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