Las piletas, bajo la lupa de Comercio

Como todos los años para estas fechas, el Municipio acelera las medidas de control para la habilitación de piletas y natatorios y para autorizar la venta de productos de pirotecnia. En esta ocasión, una parte de las tareas quedará pendiente para el próximo gobierno local, que deberá tomar los recaudos pertinentes para que la fiscalización se cumpla en todos sus términos.

En el caso de las piscinas, el proceso para permitir su apertura debe superar un extensa tramitación, destinada a garantizar las condiciones óptimas de seguridad y de sanidad. El año pasado, la comuna habilitó 13 piletas de temporada y controló 3 más que funcionan en forma permanente a lo largo del año. En todos los casos, los establecimientos tienen que contar con guardavidas con sus reválidas certificadas, a razón de 1 para las piletas de menos de 25 metros de largo y 2 para las que superan esas dimensiones.

Además, son imprescindibles las certificaciones del órgano de Control de calidad y protección de los recursos hídricos (Cocaprhi) y de Salud Pública y la disponibilidad de elementos de seguridad y de higiene de rigor.

Los requisitos debe cumplirlos también, en todos sus términos, la pileta municipal de la Isla Jordán, que en estos días es objeto de refacciones y pintado integral.

En la comuna esperan concluir con los trámites y revisiones de gran parte de las piscinas abiertas al público de la ciudad antes del 9 de diciembre, día de asunción de las próximas autoridades. Las que no lleguen a autorizarse quedarán a definición del próximo gobierno.

En cuanto a la venta de pirotecnia, el Municipio impulsará la capacitación de los propietarios y personal de los nuevos comercios que trabajen el rubro, mientras que los que quienes han cumplido con estas obligaciones recibirán la certificación correspondiente.

Los locales de venta, almacenamiento y depósito de estas mercaderías tienen que cumplir estrictas normas de seguridad.